El Hospital La Fe de Valencia ha puesto en marcha más de 25 acciones de humanización, desde su creación hace tres años, para que el paso de pacientes y acompañantes por el centro sanitario sea más cómodo física y emocionalmente. Estas acciones se enmarcan dentro del proyecto ‘Hospital amable’ y se estructuran en tres líneas de actuación: dar mejor servicio, voz y conocimiento e información tanto a pacientes como a familiares.
Hasta el momento se han implantado en La Fe salas de descanso para familiares y salas de duelo en las áreas de cuidados críticos (UCI-Reanimación-Neonatología) así como espacios de información y atención psicológica en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos y en Neonatología. Otras de las medidas destacables son acciones de mejora en el confort de servicios como el Hospital de día oncológico donde, gracias a la asociación de pacientes afectados por Leucemia, Asleuval, se han incorporado 19 nuevas butacas y una nueva decoración.
Hay que subrayar también la ambientación y decoración de espacios infantiles como la Unidad de sueño infantil, que ha rediseñado su espacio para convertirlo en un bosque con motivos oníricos, diseñado por estudiantes de Bellas Artes de la Universitat de València. Otros proyectos de decoración infantil que se han desarrollado han sido el TAC Pediátrico, convertido en una selva gracias a la Fundación Juegaterapia; o el servicio de Hemodiálisis y Nefrología Infantil que ha incorporado paredes llenas de dibujos y colores gracias a la Fundación Pequeño Deseo.
El voluntariado con perros de asistencia para hacer más llevadera la hospitalización de pacientes también se ha integrado como parte importante para la humanización del centro sanitario. Así, La Fe tiene un programa de voluntariado propio denominado ‘Can de la Mano’, que actualmente cuenta con una veintena de personas voluntarias y está actualmente instaurado en Pediatría, Oncología Pediátrica, así como en Psiquiatría Infanto-Juvenil y en la Unidad de Lesiones Medulares.
De igual modo, La Fe dispone de un espacio de juegos al aire libre, ‘El jardín de mi hospi’, construido gracias a la Fundación Juegaterapia, en el que se ha habilitado en la azotea de la segunda planta del hospital un área de recreo, de 1.200 metros cuadrados, llena de color para pacientes y familiares. Actuaciones musicales y de voluntariado en áreas de cuidados críticos o salud mental, la mejora en la comunicación, señalética y direccionamiento de espacios también son acciones relevantes en las que se continúa trabajando.