Valencia celebra este miércoles San Vicente Mártir, jornada en la que la ciudad volverá a contar con una mascletà. El espectáculo pirotécnico será en la Plaza de la Reina, entre las 12:30 y las 13 horas, tras la misa en la Catedral y procesión. La empresa encargada del disparo de la mascletà será Pirotecnia Tomás.
La procesión recorrerá las calles por las que fue martirizado el patrono de la capital del Turia con una imagen datada del siglo XVIII. Desfilarán con la imagen de madera plateada de San Vicente Mártir, obra del escultor valenciano del siglo XVIII José Esteve Bonet.
Empezará en las puertas de Hierro de la Catedral de Valencia, siguiendo por la plaza de la Reina, la calle de Mar, donde está la prisión del santo. Seguirá por la calle del Palau hasta llegar a la plaza de la Almoina.
Por otro lado, a pocos metros, desde las 12.00 hasta las 14.00 horas tendrá lugar la procesión del bautismo de San Vicente Ferrer. Esta recorrerá las calles de la Mar, General Tovar, de la Pau, plaza de la Reina, Avellanes, Palau, de los Venerables, plaza de Sant Esteve, del Almodí, plaza de la Escolania de la Mare de Déu dels Desemparats y plaza de la Mare de Déu. Cuando acaben los dos actos tendrá lugar la nueva mascletà.
Por qué es festivo el próximo miércoles y en qué municipios no se trabajará
La tradición continúa y la festividad de San Vicente Mártir se sigue celebrando en el cap i casal. Así, este miércoles, la ciudad de Valencia vivirá su primer festivo local siendo la única localidad de la Comunitat en festejarla pues se trata del patrón de la capital del Turia.
Aunque el objetivo del anterior Ayuntamiento liderado por Joan Ribó era trasladar la festividad a domingo, siguiendo el modelo del Corpus Christi, con el cambio de gobierno parece que la decisión tendrá que esperar.
Desde 2019 se venía trabajando en esta modificación que pretendía aplicarse en 2021. Sin embargo, la pandemia del coronavirus modificó los planes optándose por mantener la festividad el 22 de enero una última vez. En ese mismo año se anunció que la decisión ya tenía la venia del Vaticano y contaba con el respaldo de la Archidiócesis de Valencia.
El objetivo era situar la celebración de San Vicente Mártir en el domingo más próximo al 22 de enero. Con ello se pretendía facilitar la conciliación familiar pues, al tratarse de un festivo local, muchos valencianos que trabajan en localidades limítrofes no lo disfrutaban. Además, con este cambio también se buscaba impulsar la fiesta. El domingo la cantidad de gente que podría disfrutar de ella es mayor, incluidos vecinos y visitantes.
Del mismo modo, la eliminación iba a permitir trasladar el festivo a otro día del calendario laboral para su disfrute. Una de las opciones más comentadas era situarlo en Fallas, concretamente el 18 de marzo. De esta manera se alargarían las vacaciones de los ciudadanos en la semana grande de Valencia. Por otra parte, también podría cambiarse en función del año según conviniese para mejorar el bienestar de los trabajadores.