La Cremà pone punto y final a unas fallas y da comienzo a unas nuevas. Así es nuestra fiesta. En apenas unas horas,  el olor a pólvora, los ninots, la música, el ruido, la fiesta y el arte desaparece de las calles de la ciudad. Pero no todo se desvanece con las llamas. Un precioso rincón de la ciudad consigue congelar el tiempo por unos días.

Hablamos de la plaza de la Virgen, dónde la Geperudeta expone su nuevo manto. Este año, los tradicionales claveles han sido sustituidos por otras flores, ya que la fiesta se ha celebrado en septiembre.

Carla García
Foto: Armando Romero

El manto estará expuesto alrededor de una semana. El calor o la lluvia pueden hacer que esos tiempos se vean modificados. Así que, el que quiera ver este bonito manto y desee pasarse por la plaza de la Virgen a hacerse la foto con la Virgen de los Desamparados,  recomendamos ir más pronto que tarde.