Valencia vuelve a ser escenario de un suceso insólito en la hostelería. Esta vez ha ocurrido en el popular barrio del Cabanyal, donde un grupo de 17 comensales abandonó un restaurante sin pagar una cuenta que ascendía a 402,80 euros. Lo más sorprendente del caso es que, además de irse haciendo un ‘simpa’, los implicados dejaron una reseña negativa en internet criticando duramente el servicio, la comida y el local.
El suceso se produjo en el restaurante Mar d’Amura, un conocido establecimiento del Cabañal que ha denunciado públicamente la situación a través de sus redes sociales. La cuenta @soycamarero recogía detalles del incidente, provocando una oleada de reacciones en redes sociales.
Según relató el propietario del local, los clientes se marcharon poco a poco, de uno en uno, tras pedir e incluso recibir los postres. Uno de los comensales intentó abonar una parte de la cuenta, pero se negó a pagar un entrecot alegando que no estaba a su gusto, a pesar de que, según el hostelero, «ni la grasa habían dejado». A partir de ese momento, decidió no abonar nada, y el resto del grupo desapareció sin dejar rastro.
Hacen un SIMPA y encima ponen una mala reseña😡 espero que pronto se resuelva y no tengáis que pasar por algo así de nuevo. pic.twitter.com/qApWTheQOI
— Soy Camarero (@soycamarero) June 7, 2025
UNO DE LOS COMENSALES PUBLICÓ UNA RESEÑA NEGATIVA
La situación se agravó cuando, tras el ‘simpa’, uno de los implicados publicó una reseña en la que calificaba el restaurante de “sitio pésimo” y desaconsejaba visitarlo. «No hagáis caso a las reseñas: sitio, comida y servicio pésimo. Uno de los peores a los que he ido», rezaba el comentario.
El establecimiento no dudó en responder públicamente, exponiendo lo sucedido y recordando que la cuenta, al superar los 350 euros, ya no se consideraba un simple hurto sino un robo, con posibles consecuencias legales.
Gracias al número de teléfono de la reserva, el restaurante contactó con los implicados vía WhatsApp para animarles a realizar el abono además de advertirles de que se procedería a presentar una denuncia en caso contrario.
La difusión del caso generó tal presión que, finalmente, los responsables realizaron el pago de la cuenta pendiente vía Bizum, saldando así la deuda y evitando mayores repercusiones.








