(Pablo Viñado). A menos de dos semanas para la celebración del Gran Premio de la Comunidad Valenciana, Cheste ya comienza a oler al humo y el caucho de los miles de motocicletas que llegarán en tromba a la localidad.

La puerta principal del circuito Ricardo Tormo de Cheste.

Con las entradas agotadas desde hace más de dos semanas, se aspira al menos a igualar el impacto económico de los últimos años, que ha sido de cerca de 40 millones de euros. Una inyección para los negocios locales que siempre es bienvenida por parte de la gente del pueblo.

Eso sí, el alboroto que atrae el gran premio no es plato de buen gusto para todo el mundo. Aun así, buena parte de la localidad recibe con los brazos abiertos el mayor espectáculo de motociclismo del mundo.

Estatua homenaje a los motociclistas.

Entre las novedades que traerá el dispositivo policial de este año, la localidad contará con un dron de vigilancia que se encargará de reforzar la seguridad durante la celebración del gran premio.

Y es que toda precaución es poca con tal que Cheste disfrute en harmonía de una de sus semanas grandes.