El próximo 29 de octubre, coincidiendo con el primer aniversario de la DANA que azotó el este peninsular y dejó 237 fallecidos en toda España, Valencia acogerá un funeral de Estado en memoria de las víctimas.
La ceremonia se celebrará en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, previsiblemente en el Palau de les Arts Reina Sofía, aunque no se descarta el uso del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe si las condiciones meteorológicas o de seguridad lo aconsejan.
El homenaje estará presidido por Sus Majestades los Reyes de España, acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por los presidentes autonómicos de las comunidades más afectadas, Carlos Mazón, Emiliano García-Page y Juanma Moreno. También asistirán la alcaldesa de Valencia, Maria José Catalá, y representantes de los equipos de emergencia, fuerzas de seguridad y voluntariado que trabajaron durante aquellos días.
Un funeral de carácter laico
A petición de las familias, el funeral será de carácter laico, lo que lo convierte en el primero de este tipo en la historia democrática española. Cada familia de las víctimas podrá acudir con hasta cuatro acompañantes, lo que supondrá la presencia de alrededor de un millar de personas en el acto.
El programa previsto incluirá un minuto de silencio, una interpretación musical solemne y discursos institucionales del Rey y del presidente del Gobierno, además de intervenciones breves de autoridades autonómicas y locales. El tono será sobrio y de unidad, con especial reconocimiento a la solidaridad ciudadana y a quienes participaron en las labores de rescate y apoyo.

El homenaje busca también dejar atrás la tensión política que ha marcado el año posterior a la catástrofe, especialmente por la falta de coordinación entre el Gobierno central y la Generalitat Valenciana en la gestión de las ayudas y la reconstrucción.
Cinco años después del último gran homenaje celebrado en el recinto, el dedicado a las víctimas del Covid-19 en l’Umbracle, Valencia volverá a convertirse en el escenario del recuerdo colectivo y la dignidad institucional frente a una de las tragedias más devastadoras de las últimas décadas.













