El Plan de Prevención de Riesgo Volcánico de Canarias, Pevolca, ha certificado este sábado la finalización de la erupción volcánica de La Palma. Un fenómeno que empezó el domingo 19 de septiembre, durando 85 días. El pasado lunes 13 de diciembre se detuvo la señal de tremor y declinaron todos los parámetros del volcán. La finalización de la erupción se certifica por los científicos tras 10 días continuados de confirmarse los signos de agotamiento.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado este hecho como el «mejor regalo de Navidad. Todo mi reconocimiento a los palmeros y palmeras. Seguiremos trabajando juntos y juntas, todas las instituciones, para relanzar la maravillosa isla de La Palma y reparar los daños ocasionados».
Los expertos avisan que la actividad en el subsuelo de la isla prosigue, que lo hará durante mucho tiempo. La población local se tendrá que acostumbrar a terremotos periódicos. Los expertos están zonificando el terreno y monitorizando los embolsamientos de gases para poder permitir la vuelta de algunos vecinos. Pero su regreso no será de golpe. Hay que tener paciencia.
Ahora los vecinos tendrán que convivir con 1.218 hectáreas llenas de lava, 370 de cultivos, cubiertas por la lava dentro de un perímetro de 60,9 kilómetros. Durante más de tres meses, las sucesivas coladas han provocando la evacuación de alrededor de 8.000 personas.