El pueblo valenciano vuelve a postrarse frente a la Mare de Déu en el Besamanos que se está llevando a cabo en este momento dentro de la Basílica. Ahora mismo se pueden confirmar miles de visitas que abarcan el recorrido vallado en «zig-zag» y esperan durante varias horas de cola para disfrutar de unos segundos donde podrán demostrarle su devoción propia de manera personal y frente a frente.
Marisa Rosa Alfaro ha sido la primera persona en pasar ante la imagen de la Peregrina. Cabe destacar que no es la primera vez que cumple esta premisa pues es la octava vez consecutiva que ha logrado ser la primera persona en llegar a la puerta de Bronce de la Basílica. Casi 18 horas de cola han sido el precio a pagar para disfrutar de primera mano de la intimidad y el refugio que le transmite la Virgen de los Desamparados.
MILES DE DEVOTOS EN EL BESAMANOS DE LA MARE DE DÈU DELS DESAMPARATS
Algunos de los demás devotos de la imagen de la Virgen de los Desamparados también han declarado frente a las cámaras de 7 TeleValencia donde han demostrado pasión y fervor en estado puro. Muchos de ellos han decidido ejercer peticiones ante la Virgen y rogar por sus familiares y amigos: «le he pedido por mi familia y por la paz, que hace mucha falta». «Pido principalmente salud», decía una devota en su espera frente a la basílica.
Algunos fieles se toman esta espera y esta jornada como una tradición anual: «depende de cuándo trabajemos vendimos por la mañana o por la tarde, pero nunca faltamos«, decía una pareja que en esta edición se ha plantado bien temprano en la cola. Una cola que, al menos aparenta, no se ha hecho demasiado pesada, o al menos así lo afirmaba un devoto de la Mare de Déu: «Llevamos dos horas y un poco esperando y hasta que entremos, hoy no es mucha la espera«.
Melchor Seguí, rector de la Basílica de la Virgen, reconoce que opina que «a pesar de ser un acto multitudinario, también es un acto íntimo«. Lo considera un encuentro muy deseado y, por ende, muy concurrido, pues toda la gente desea pedir y agradecer a la patrona de Valencia y más en un año que ha sido tan complicado para la provincia. Un encuentro abierto al público de manera ininterrumpida pues, hasta que no pase el último feligrés, las puertas del templo seguirán abiertas para todo aquel que desee encontrarse con esta imagen.
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