La Casa del Rey ha emitido una nota en la que comunica que Felipe VI renuncia a la herencia de Juan Carlos y le deja sin la asignación a cuenta de los Presupuestos del Estado. Esta decisión llega horas después de leer en ‘The Telegraph’ que el actual jefe del Estado aparece como segundo beneficiario de una fundación ‘offshore’ donde se ingresó una supuesta donación de 65 millones de euros de Arabia Saudí a su padre. Esa cantidad se habría depositado en una cuenta abierta en el banco privado Mirabaud, a nombre de la Fundación Lucum.
En la nota enviada por la Zarzuela, Felipe VI hace saber que renuncia a aquello que «personalmente le pudiera corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada». El jefe del Estado también ha introducido una cronología con todas las actuaciones que llevó a cabo en la primavera del año pasado, después de conocer, el 5 de marzo de 2019, que era el beneficiario de la «Fundación Lucum» cuando falleciera su padre. Lo supo, señala el comunicado, por una carta que le mandó a la Casa del Rey el despacho de abogados Kobre&Kim.
Fue al notario en abril del 2019
Tras trasladarle copia de la carta a Juan Carlos y «a las autoridades competentes», el día 21, comunicó a ese despacho de abogados que no designaría a ningún representante legal para «iniciar negociación alguna» con ese bufete porque no tenía ni «conocimiento, participación o responsabilidad en los presuntos hechos que mencionaba».
Después se fue al notario, el 12 de abril, para manifestar que había dirigido una carta a su padre a fin de que «si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad».
El comunicado subraya que el Monarca actual quiere cumplir la palabra que dio en su discurso de proclamación, el 19 de junio del 2014. «La Corona debe (€) velar por la dignidad de la Institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social. Porque, sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones. Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren –y la ejemplaridad presida– nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos».
Además, la nota de la Zarzuela se hace eco de una información de este domingo de ‘Vozpopuli’ sobre otra fundación llamada Zagatka. Felipe VI asegura que desconoce por «completo, totalmente a día de hoy», su supuesta designación como beneficiario de dicha fundación.
El comunicado, de tres páginas, también guarda un espacio para la voz de Juan Carlos. Se lee que el Rey emérito ha pedido a la Zarzuela que diga que, «en ningún momento facilitó información» a su hijo de las dos fundaciones citadas (Lucum y Zagatka) y que ha designado al abogado Javier Sánchez-Junco Mans para que le defienda y para dar a partir de ahora «cuenta públicamente de las informaciones que le puedan afectar y se consideren procedentes».
Es decir, la Zarzuela ya no informará de nada de Juan Carlos. Este recuerda en esa parte del comunicado que el 27 de mayo de 2019 (dos meses después de que su hijo, según la información facilitada hoy, tuviera conocimiento de la Fundación Lucum), anunció que se retiraba de la vida pública.
La fundación
Según ‘The Telegraph’, en los estatutos de Lucum aparece Felipe VI como segundo beneficiario. Figura así que «el segundo beneficiario debe mantener durante su vida al resto de la Familia Real» y «satisfacer» cualquier «petición razonable» que pudieran hacerle su madre, hermanas e hijos.
El Rey emérito habría creado la fundación Lucum, radicada en Panamá, el 31 de julio de 2008 y con una cuenta en el banco suizo Mirabaud en Ginebra para recibir una donación del entonces rey saudí, Abdullah bin Abdulaziz Al Saud. Entre los movimientos de Lucum también aparecen cuatro transferencias a España durante los primeros seis primeros meses de 2009 que suman 800.000 euros.
Esta información se publica una semana después de conocerse que la fiscalía suiza investiga al rey emérito por un supuesta donación de 89,7 millones del rey saudí en el 2012. Parte de ese dinero -unos 65 millones- habría ido a parar en la cuenta de la amiga del rey Juan Carlos Corinna Larsen.
Tanto el juez Manuel García-Castellón como la fiscalía Anticirrupcion han cursado comisiones rogatorias a Suiza en relación con lo encontrado por la fiscalía de allí. El juez debe decidir si reabre la pieza Carol y Anticorrupción utilizará la información que le manden en las diligencias que tiene abiertas para investigar el presunto cobro de comisiones por la construcción del AVE en Arabia Saudí.