Valencia celebrará el Día Mundial del Turismo con la Gala Premios Turismo by FOTUR
Un grupo de turistas visitan la Plaza de la Virgen en bicicleta.

El turismo está en auge y Valencia es una ciudad que está de moda. Estos dos factores hacen que cada día sea habitual ver el centro histórico de la capital del Turia abarrotado de grupos que pasean para conocer el entorno y el patrimonio cultural que ofrecen las calles más antiguas.

Sin embargo, un estudio reciente de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) ha alertado del riesgo que supone el turismo masivo. En él se advierte de la «emergente necesidad» de identificar medidas preventivas que ayuden a garantizar la conservación de los edificios patrimoniales y a mejorar la gestión turística, tanto de dichos edificios, como de los centros históricos de las ciudades.

El estudio, liderado por el Centro de Investigación PEGASO bajo la responsabilidad de las investigadoras María José Viñals y Concepción López González, ha tomado el centro de Valencia como campo de pruebas obteniendo por primera vez estimaciones precisas de tráfico peatonal en espacios públicos de la zona.

ALTOS NIVELES DE CO2 EN LOS DÍAS DE MAYOR AFLUENCIA TURÍSTICA

En concreto, el proyecto se ha centrado en tres de los edificios religiosos más singulares de la ciudad: la Catedral, la iglesia de San Juan del Hospital y el Real Colegio Seminario de Corpus Christi (Patriarca) y sus entornos urbanos.

Las puertas de la Catedral de Valencia abarrotadas de visitantes.

Si hablamos de cifras, en una fecha especial como el 19 de marzo, los sensores registraron 215.289 personas circulando en la calle del Miguelete. Según apuntan, este volumen supera ampliamente el establecido en los estudios de capacidad de carga de visitantes.

El estudio también detectó elevados niveles de CO2 en los tres edificios religiosos cuando se registra un gran número de visitantes. Desde enero del 2024, en la Catedral de Valencia se ha superado algunos días la cifra de 2.600 visitantes.

«Todo esto apunta a la emergente necesidad de identificar medidas preventivas para la conservación de los elementos arquitectónicos y artísticos y para garantizar el confort físico y la seguridad de las personas así como una visita de calidad y una mayor sostenibilidad social para los barrios históricos», incide Viñals.

Decenas de turistas en el interior de una histórica iglesia valenciana.

Actualmente, el equipo de la UPV trabaja en la implementación de sistemas de alerta temprana de saturación de personas y de niveles límite de temperatura, humedad y CO2 que pudieran afectar a los elementos patrimoniales.

OBJETIVO: TURISMO PLANIFICADO EN BENEFICIO DEL PATRIMONIO

El proyecto HBIMSIG-TURISMO tiene como objetivo final crear un protocolo de planificación turística. Se busca que contribuya a la preservación del patrimonio cultural, evitando masificaciones y aglomeraciones que puedan dañarlo y garantizando el confort físico y la seguridad de las personas.

«El patrimonio cultural arquitectónico y el entorno urbano donde se encuentra son un elemento definitorio de la identidad de las sociedades que lo albergan y también un dinamizador clave de la economía local», señala la investigadora.

«Por ello, su conservación y una gestión adecuada es fundamental para garantizar su pervivencia en el tiempo y su transmisión a generaciones futuras en buenas condiciones, más en un momento como el actual, con los problemas de saturación turística que sufren las ciudades históricas», explica María José Viñals.

FUNCIONAMIENTO DE LA PLATAFORMA HBIM-SIG

El equipo de la UPV ha estado trabajando en nuevos modelos que integran información espacial (SIG) e información sobre los elementos arquitectónicos patrimoniales (HBIM), integrados en la plataforma HBIM-SIG. En ella, incorporan datos extraídos de sensores ambientales y de estimación del volumen, densidad y comportamiento de los flujos de personas.

Contador de personas con el sistema de la UPV en la calle del Miguelete.

Esta información permite identificar problemas relacionados con la conservación de los elementos patrimoniales y con el confort y seguridad de las personas en el espacio público y en los interiores de los edificios.

«La plataforma HBIM-SIG permite planificar y gestionar el uso público para el desarrollo de herramientas de gestión turística que ayuden a estimar la capacidad de carga de visitantes tanto en el interior de los edificios como en las calles adyacentes», destaca Concepción López González.

Las conclusiones de este proyecto se presentarán en el Congreso Internacional sobre Patrimonio, Tecnologías Digitales y Gestión Turística organizado por la UPV y que tendrá lugar en Valencia los días 20 y 21 de junio.

El congreso congregará en la ciudad a reputados investigadores internacionales en este tema y muchos académicos, así como a gestores interesados en conocer nuevas soluciones a los crecientes problemas derivados de la saturación turística que sufren las ciudades históricas.