El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha reivindicado una reforma urgente del modelo de financiación autonómica. Además, ha pedido el despliegue de una «potente» política de desarrollo regional que responda a las actuales asimetrías territoriales.
Puig, que ha participado en los ‘Desayunos informativos’ de Europa Press en Madrid, ha realizado cinco «propuestas de cohesión». El objetivo es resolver los actuales desafíos territoriales que, a su juicio, España debe abordar. Entre ellos ha citado el independentismo; el centralismo ineficiente; la invisibilidad; la despoblación; y la financiación injusta.
Durante su intervención, el president ha instado al Gobierno central a abordar la convergencia territorial «con la misma audacia con la que se está afrontando el desafío catalán». Este ha urgido a solucionar el conflicto del agua que ha calificado como una «cuestión de solidaridad básica». En este sentido, ha reivindicado «agua para siempre» para los agricultores valencianos, lo que ha considerado como una cuestión «irrenunciable».
Al mismo tiempo, Puig ha agradecido la «mayor sensibilidad» del Gobierno de Sánchez al haber consignado, por primera vez, el 10% de la inversión de los Presupuestos Generales del Estado a la Comunitat Valenciana, atendiendo así su peso demográfico, o haber aplicado criterios equitativos en el reparto de los fondos de la pandemia.
El president ha insistido en que la respuesta a las asimetrías territoriales pasa por aumentar los recursos para financiar el Estado del bienestar, y redistribuirlos de forma más equitativa, como requiere la Comunitat Valenciana, actualmente la autonomía peor financiada.
? Financiación injusta
? “Actualmente se están produciendo divergencias, la comunidad de régimen común mejor financiada dispone de un 30% de recursos más que la peor, la nuestra: 723 euros más por habitante”#EPDesayunoPuig pic.twitter.com/oiam81hDYD
— Generalitat (@generalitat) July 21, 2021
Ximo Puig defiende la descentralización de estructuras
Por otro lado, el jefe del Consell ha propuesto un mayor reconocimiento a la pluralidad que caracteriza la invisibilizada «España policéntrica». Ha reivindicado la descentralización de estructuras, aludiendo así a la posibilidad de que organismos del Estado puedan trasladar sus sedes de Madrid a otras ciudades como por ejemplo Turespaña a Palma; la sede central del Instituto Español de Oceanografía, a Vigo; el Centro Nacional de Danza, a Sevilla; o Puertos del Estado, a Valencia; así como celebrar la Fiesta Nacional de España cada año en una ciudad distinta.
Entre otros datos, Puig ha señalado que la capital de España acoge 150.574 empleados del sector público estatal, de los cuales 44.315 corresponden a instituciones que podrían estar ubicadas en cualquier otro lugar de España, y que tendrían un importante efecto tractor allí.
Asimismo, ha defendido la urgencia de «redibujar» los mapas de infraestructuras y ligarlos a criterios de población, economía y eficiencia, para pasar «de la radialidad a la racionalidad». En este sentido ha defendido la necesidad de que el Corredor Mediterráneo sea ya una realidad, puesto que por él transitan más del 50 % de las exportaciones a Europa.
Además, ha propuesto institucionalizar la Conferencia de Presidencias Autonómicas con al menos una reunión semestral; reglamentar las Conferencias Sectoriales; y avanzar en la reforma del Senado para que se cumpla la actual Constitución cuando habla de cámara territorial.
? «Para profundizar en la ‘cogobernanza’
?Institucionalizar la Conferencia de Presidencias Autonómicas
?Reglamentar conferencias sectoriales
?Reformar el senado» @ximopuig en @europapress #EPDesayunoPuig pic.twitter.com/gJlsfBbRke— Generalitat (@generalitat) July 21, 2021
Vía Valenciana para lograr la convivencia
En el transcurso de la conferencia, el responsable autonómico ha abogado por «el diálogo, la audacia y el pacto», frente a la vía unilateral del independentismo. Puig ha defendido el camino de los indultos del presidente Sánchez que ha calificado como una «decisión valiente y sensata tras una década de ruido y furia». Del mismo modo, ha manifestado su esperanza de que los «interpelados muestren voluntad de acordar».
El president ha destacado que la causa común debe ser la convivencia y ha asegurado que «España necesita más puentes y menos muros». En este sentido, ha ofrecido la Vía Valenciana basada en «la serenidad, el diálogo y el acuerdo». Ha puesto como ejemplo de su efectividad las alianzas «por la prosperidad compartida y por la igualdad» que está recabando la Comunitat Valenciana con otras autonomías como Cataluña, Baleares y Andalucía, «alejadas de partidismos y de tacticismos electorales».
«Las vías unilaterales sin respeto a la legalidad y la inacción política del anterior Gobierno, han provocado que Cataluña haya pasado del impulso modernizador a la parálisis institucional y la fractura social» ha manifestado. Asimismo, ha resumido el ‘procés’ como una «década perdida», con repercusiones tanto para Cataluña como para la ‘España de las Españas’. Según ha explicado «la deriva del independentismo ha afianzado el inmovilismo y, en consecuencia, la cimentación de asimetrías».
Armonización fiscal y contraprestación
Durante su intervención, el president ha señalado el «centralismo ineficiente» como otro de los desafíos. Lo ha calificado como un «procés invisible» de una capital que no tiene en cuenta las consecuencias de sus decisiones para el resto del país y que está fracturando España.
Frente al centralismo, el jefe del Consell ha propuesto cohesión. También asociar capitalidad a equidad y solidaridad. Para ello, ha defendido una armonización fiscal que limite el efecto capitalidad. Ha instado al Comité de Expertos para la reforma fiscal a estudiar una aportación de los más beneficiados por este efecto generado gracias al sustento público estatal y a las «economías de aglomeración».
Puig ha cuantificado en 4.453 millones las rebajas fiscales para las rentas altas gracias a las ventajas de la capitalidad y el «dumping» fiscal, lo que supone una competencia desleal que atrae bases imponibles de otros territorios, afectando así a su recaudación. Por ello se ha mostrado convencido de que «si hay privilegio, debe haber contraprestación para conseguir una España más justa».
Puig aboga por el modelo escocés para evitar la despoblación
Respecto a la despoblación, el president ha evidenciado la necesidad de generar oportunidades y aprovechar los fondos europeos. Asimismo, ha propuesto el «modelo escocés» como ejemplo a seguir para acabar con dicho problema.
«La despoblación es sinónimo de desigualdad económica y social. Un drama cultural que ha afectado a aldeas y pueblos y ya alcanza a cabeceras de comarca e incluso a capitales de provincia». Por ello ha explicado las principales medidas adoptadas en la Comunitat Valenciana para frenar la despoblación.
Entre ellas está el apoyo financiero a través del banco público a las empresas que fijan población; deducciones fiscales para familias en municipios en riesgo de despoblación; colaboración con entidades bancarias para evitar la exclusión financiera; y proyectos de Formación Profesional en el territorio rural con los fondos europeos.
Por último, Puig se ha referido a otros desafíos urgentes de la sociedad española como superar definitivamente la pandemia; la reactivación económica; la eliminación de burocracia administrativa para agilizar los fondos europeos; la derrota del terrorismo machista; la abolición de la prostitución y conseguir más hombres feministas; considerar la Ciencia y la Innovación como el quinto pilar del Estado del bienestar; y el apoyo a la juventud que se ha visto atrapada entre dos crisis.