Termina el mes de octubre y toca regresar al horario de invierno. En la madrugada del domingo a las 3h. serán las 2h., pero puede que por última vez. Desde la Unión Europea han anunciado que el cambio de hora tiene fecha de caducidad.
Será el próximo mes de abril cuando los países miembros decidan si implantar el horario de verano o, por el contrario, regresar al de invierno de forma permanente. Son muchos los ciudadanos que critican los efectos nocivos que genera este cambio y aunque los expertos dudan de que sea completamente cierto sí existen algunos datos al respecto.
Al margen de los infartos, los especialistas aseguran que no hay ningún otro tipo de riesgo siempre y cuando se hable de una población sana. No ocurre igual en el caso de padecer determinados trastornos o enfermedades.
A pesar de las voces expertas, en Europa la medida es impopular. Así lo demuestra la última encuesta de Bruselas donde el 84% de la población votó no al cambio de hora. Asumir el horario de verano tendría ventajas como las tardes más largas a beneficio del ocio y del turismo pero supondría menos luz solar en las mañanas invernales. Por el contrario, adoptar el horario de invierno significaría ir a trabajar con luz durante todo el año a cambio de eliminar una hora de las tardes estivales.
De momento habrá que esperar a la decisión del Gobierno central y es que será el equipo de Pedro Sánchez el responsable de comunicarle a Europa el horario que adoptará España.