El equipo multidisciplinar de especialistas utiliza la última tecnología basada en infrarrojos para restaurar los “ángeles músicos” de la Catedral. Están estudiando el origen de las afecciones de los frescos renacentistas de los ángeles músicos de la bóveda de la Catedral de Valencia. Están empleando una “metodología actual” basada en última tecnología de infrarrojos y rayos X. Determinará “qué tipo de afloración salina hay en las pinturas, en qué zonas y en qué cantidad”, conforme indica el restaurador del equipo Javier Catalá.
“Nos encontramos ahora en la fase de investigación, intentando valorar y descubrir la problemática que afecta a las pinturas murales. Restauradas en 2004 tras su hallazgo y en las que, tras todos estos años, han aparecido sales. Además, van a averiguar de las 24 perforaciones o huecos que tiene toda la plementería de la bóveda desde que se creó. Con las ventilaciones góticas, antiguos huecos de ventanas, y antiguas bajantes que hoy están tapadas, cómo son los conductos y en qué estado se encuentran.
Los frescos de los ángeles músicos son pinturas de la segunda mitad del siglo XV. Realizadas por los artistas italianos Francesco Pagano y Paolo de San Leocadio en la primera bóveda gótica de la Catedral. Fueron hallados el 22 de junio de 2004 durante las obras de restauración del altar mayor de la Seo, después de permanecer más de 300 años ocultos tras la bóveda barroca que fue retirada.