Llega el otoño y los planes de fin de semana se llenan de escapadas al monte para llenar cestas y cestas de setas. La micología amateur es uno de los pasatiempos otoñales favoritos de los valencianos, pero no siempre se practica con las medidas de seguridad adecuadas.
La respuesta a la pregunta del titular es sencilla: no es posible discernir entre setas comestibles y venenosas sin identificar la seta específica que se ha encontrado. Por todos es sabido que algunas setas venenosas pueden matar, así que es primordial que, a la hora de su recogida, uno sea capaz de etiquetarlas con exactitud para un consumo 100% seguro.
Existen algunas reglas aparentes para elegir setas seguras, pero estas son demasiado genéricas y en muchos casos no se cumplen:
- “Es comestible si puedes pelarle el sombrero”. Falso: es fácil pelar el sombrero de una Oronja mortal.
- “Las setas que crecen encima de la madera son seguras”. Falso: no todas ellas lo son, y de hecho algunas son letales, como la Galerina Marginata.
- “Si ves otros animales que se las comen, adelante, haz lo propio”. Falso: esta regla es engañosa en muchas ocasiones, ya que existen hongos que no son venenosos para animales pero sí para humanos.
No obstante, sí que existen recomendaciones generales que te pueden evitar un disgusto: es imprescindible evitar setas con puntos blancos en el sombrero o una especie de falda o red en la raíz, así como mantenerse lejos de setas con sombrero y raíz rojos. A continuación, una lista elaborada por Eltiempo.es donde puedes encontrar los hongos venenosos más comunes del territorio español:
Amanita phalloides: culpable del mayor número de intoxicaciones. El veneno de esta seta es tan potente que puede matar a un ser humano en pocas horas.
Amanita muscaria: no confundas a este hongo con las coloridas e inofensivas setas de los gnomos. Su ingesta puede provocar efectos neurotóxicos de consecuencias realmente graves.
Amanita verna: cuidado con pensar que esta seta, cuyos efectos son letales, es un champiñón. Este hongo nace, sobre todo, en primavera.
Boletus satanás: su veneno no es tan agresivo como su nombre. Sin embargo, si la comes -sobre todo cruda- pronto sentirás dolor intestinal, fiebre y vómitos.
Cortinarius: estas setas venenosas son especialmente peligrosas puesto que sus efectos pueden aparecer hasta una semana después de la ingesta.
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