Llega la Navidad y los niños españoles cuentan con una enorme ventaja frente a los de otros países: aquí los regalos se reparten en dos fechas, el 25 de diciembre y el 6 de enero, que marcan la llegada de Papá Noel y de los Reyes Magos, respectivamente.
La tradición española invita a pensar que los Reyes Magos tienen más adeptos que el viejo barbudo, pero la globalización se ha encargado de difuminar esta costumbre. En España se comulga casi indistintamente con uno o con otros, llegando a celebrar en la mayoría de las ocasiones la llegada de ambos.
No obstante, ¿conocemos en qué consisten ambas tradiciones?
Papá Noel
La versión americana de la figura de Santa Claus recibió su inspiración y su nombre de la leyenda holandesa de Sinterklaas (una variante holandesa del nombre de San Nicolás). Un grupo de colonos holandeses llevaron esa tradición a Nueva Amsterdam (hoy Nueva York) en las colonias americanas del siglo XVII.
Ya en 1773 el nombre apareció en la prensa estadounidense como ” St. A Claus“, pero fue el conocido escritor Washington Irving quien dio a los estadounidenses la primera información detallada sobre la versión holandesa de San Nicolás. En su “History of New York”, publicada en 1809 bajo el seudónimo de Diedrich Knickerbocker, Irving describe la llegada del santo a caballo cada víspera de San Nicolás.
Su representación como un personaje gordo, barbudo y vestido de rojo nació tras una ilustración realizada en 1870 por el dibujante alemán-estadounidense Thomas Nast sobre la base de un poema de Clement Moore. Se cree que su creador se basó en las vestimentas de los obispos de viejas épocas para crear este San Nicolás.
En 1930, Coca Cola adquirió sus derechos y comenzó a utilizarlo en sus anuncios. Hasta esa fecha no se lo relacionó directamente con el color rojo, así que fue la marca americana de refrescos la que patentó una de sus características más reconocibles.
Los Reyes Magos
Del mismo modo que la Biblia cuenta que los Reyes Magos dieron regalos al niño Jesús en Belén, aquí se reparten regalos entre los niños de toda España todos los 6 de enero.
Todos conocemos cómo comienza el ritual: el la noche del 5 de enero, antes de irse a la cama, los niños y niñas de nuestro país ponen un poco de leche y galletas al lado del belén o el árbol de navidad para los Reyes Magos y un poco de agua para sus camellos.
Al día siguiente, el 6 de enero, los niños se despiertan y descubren los regalos que han recibido en función de su comportamiento durante el año. ¿Se han portado bien? Montones de regalos. ¿Se han portado mal? ¡Carbón!
Durante este día, además, todas las familias disfrutan de un Roscón de Reyes (un pan relleno de frutas con azúcar helado) y la persona que encuentre el regalo que se esconde en su interior, una figurita o pequeño juguete, tendrá buena suerte para el resto del año.
El origen de la figura de sus tres majestades de Oriente se puede encontrar en el Evangelio según San Mateo, aunque el evangelista no habla en ningún momento de monarquías y únicamente alude a «unos magos de oriente». El concepto de «mago» en aquella época (el siglo I) se refería a los sabios que se dedicaban al estudio de los cielos, a la astrología, por lo que tiene sentido que se hable de que los tres fueran siguiendo una estrella para guiarse hacia Belén.