El fin de las mascarillas al aire libre ya está aquí. El viernes será el último día de su obligatoriedad para dar paso a un nuevo escenario de la desescalada. Sin embargo, todavía falta por definir qué sucederá en cada territorio. Gobiernos como el valenciano ya han pedido al Ejecutivo de Pedro Sánchez «flexibilizar» su uso.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha reclamado poder «dar marcha atrás» si la situación epidemiológica se complica. «Es evidente que el virus continúa entre nosotros y hay muchas personas, sobre todo las más jóvenes que no están vacunadas, que están sometidas a un gran riesgo y de hecho son las que se están contagiando ahora«, ha señalado.
Según Puig, la pandemia todavía «no está superada». Por ello, ha pedido «dejar abierta la puerta por si hay que volver atrás». Además, ha señalado que por el momento desconoce el decreto que prepara el Consejo de Ministros en relación a las mascarillas pero advierte que debería incluir «algún tipo de previsión de cambio según el territorio o la situación».
Al igual que sucedió durante la desescalada de la tercera ola, Puig sigue en la línea de mantener «prudencia». A pesar de ello, el jefe del Consell ha reconocido acoger el avance «con cierta alegría» por «poder volver a vernos la cara todos». «Quitar la mascarilla es una medida de aligeramiento de restricciones que es positiva en el ámbito de nuestra convivencia».
Puig también ha recordado que a pesar de que el sábado 26 de junio la mascarilla deje de ser obligatoria en espacios abiertos, esta seguirá siendo necesaria en lugares cerrados. Por ese motivo, el president ha recordado a los valenciano que habrá que «llevar la mascarilla en el bolsillo».