El juez de Instrucción número 14 de València ha decidido esta mañana prorrogar dos años más la prisión provisional de María Jesús M. C.  y de Salvador R. L. por el asesinato del marido de ella. El conocido caso como el crimen de Patraix acabó con la vida del ingeniero Antonio Navarro el 16 de agosto de 2017 a primera hora de la mañana. Concretamente en el garaje de la pareja en el número 14 de la calle Calamocha, en el valenciano barrio de Patraix.

La acusada ha reiterado su inocencia y ha vuelto a pedir su puesta en libertad durante la vistilla de este viernes. Sin embargo, el juez instructor ha considerado los indicios suficientes los indicios del caso para que permanezcan en la cárcel hasta que se celebre el juicio.

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El relato de la acusación narra cómo la acusada se casó con la víctima en septiembre de 2016 y cómo, «en los meses anteriores a su matrimonio y durante el mismo, sin conocimiento ni consentimiento de su esposo, mantuvo relaciones afectivas y sexuales con el también acusado Salvador R.L. y con otras personas».

La relación creó en Salvador «una situación de intenso enamoramiento y dependencia emocional hacia la acusada» quien, a lo largo de los encuentros, «hizo partícipe al acusado de los problemas que decía tener con su esposo, incluyendo episodios de violencia».

En julio de 2017 Maje decidió matar a su esposo y para ello convenció a Salvador de que su situación era insostenible, lo que llevó a ambos a planificar un crimen que se ejecutaría el 16 de agosto de 2017.

«En los días previos a la fecha acordada, el acusado se ausentó de Valencia con su familia» (estaba casado y tenía una hija), mientras que, la noche anterior, ella envió un Whatsapp a su marido explicando que estaría de guardia en el hospital en el que trabajaba como enfermera y, por tanto, dejaría libre la plaza de aparcamiento en el garaje.

«SALIÓ DE SU ESCONDITE Y ESTANDO FRENTE A ÉL CLAVÓ EL CUCHILLO EN SEIS OCASIONES»

De ese modo se aseguró de que él aparcara en el lugar en donde, a la mañana siguiente, le estaría esperando su cómplice. En lugar de estar en el hospital de guardia, la acusada durmió esa noche con otro de sus amantes.

A la mañana siguiente, «siguiendo el plan convenido con la acusada», Salvador entró en el garaje. Cuando Antonio acudió a la plaza para recoger su coche se vio sorprendido por el ataque del acusado, quien «salió de su escondite, le abordó rápida y sorpresivamente esgrimiendo el cuchillo y, estando frente a él, se lo clavó repetidamente en seis ocasiones». Las heridas eran mortales de necesidad y Antonio falleció poco después.

«Sobre las 13.30 horas del mismo día 16 de agosto, antes de que fuera descubierto el cadáver, los dos acusados se reunieron más de una hora en el domicilio de Valencia de una hermana de la acusada, ausente en esos días. Allí el acusado le relató los detalles de la acción homicida», explica el fiscal. «Durante ese encuentro, la acusada envió mensajes de texto mediante la aplicación Telegram al amante con quien había pasado la noche anterior proponiéndole relaciones sexuales para esa noche».