Inundaciones en zonas donde la lluvia nunca había sido un problema, terremotos de mayor escala o erupciones volcánicas más asiduas son algunos de los fenómenos naturales cuya intensidad y frecuencia han aumentando en los últimos años. Las normas medioambientales ya no son las que eran y el cambio climático es una realidad para la que no existe una marcha atrás.
La ola de calor que amenaza estos días a gran parte de España y a otros países europeos es consecuencia de este cambio climático. La masa de aire africano que entrará este miércoles en el continente no es nueva. En 2003 se cobró 15.000 muertes en Francia, la mayoría de ellas personas mayores.
Los expertos medioambientales aseguran que el cambio climático es imparable. Por eso abogan por una adaptación social y el impulso de medidas que ayuden a paliar sus consecuencias.
Disminuir las emisiones o apostar por la producción de energías renovables son algunas de las medidas que recomiendan los expertos. Ahora serán los gobiernos los que muevan ficha con la creación de nuevas áreas públicas desde donde se tratará de frenar la temida alerta verde y paliar así un movimiento que amenaza la salud del planeta.