A tan sólo 12 kilómetros al norte de la ciudad de Valencia, junto a la costa mediterránea, Massamagrell mezcla la esencia y la tradición de un pueblo con un marcado pasado agrario.
Las discusiones en torno al origen del topónimo Massamagrell son habituales entre los historiadores y cronistas que han investigado.
Como recoge la Carta de Población, documento que constata la donación que hace la Orden de Calatrava a treinta pobladores de origen leridano, es muy probable que en 1271, 33 años después de la conquista de Valencia, sea el nacimiento del pueblo, aunque tiene raíces más antiguas, pero empieza a andar como pueblo a partir de dicha fecha.
Desde entonces sus vecinos han sido testigos del paso de los años y el acontecer de la historia que en muchos casos ha quedado plasmado en la arquitectura, estructura y costumbres de Massamagrell. Ejemplo es esto son el Convento Capuchino de la Magdalena, la Iglesia Parroquial de San Juan Apóstol y Evangelista, conocida como la “Catedral de la huerta”, el Matadero y el lavadero o el Molino de la Magdalena o de Blai.
La agricultura fue la principal actividad económica de Massamagrell hasta mitades del siglo XX. Se trataba de una sociedad tradicional basada en la economía agraria. Del cultivo de la tierra se obtenían los productos que servían en primer lugar para la alimentación de la familia.
En la actualidad, se ha convertido en un municipio de más de 15.500 habitantes muy participativos e involucrados en todas las actividades locales.
Un pueblo de huerta con con carácter mediterráneo.