La línea de metro que conectará el barrio de Natzaret con el centro de la ciudad estará en servicio en 2021, y su conexión con la fachada marítima se estudiará en el primer trimestre del próximo año. De esta manera, tal como ha destacado hoy el alcalde Joan Ribó «la futura L10 se convertirá en verano del 2021 en una equipación pública esencial porque enlazará una de las zonas de Valencia más castigadas históricamente, como es el barrio de Nazaret, con el centro, y con la vista puesta en una posible ampliación hacia la Marina y el Cabanyal”.
En este sentido, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha reiterado que antes de Fallas se anunciará la cronología de la ampliación de la red, «con la unión con la Marina como una realidad».
La actuación completa, que cuenta con un presupuesto de 50 millones de euros, afecta unos cinco kilómetros de longitud. Incluye tres paradas subterráneas (Alacant, Russafa y Amado Granell) y cinco en superficie (Germans Maristas, Ciutat de les Arts i les Ciències, l’Oceanogràfic, Moreres y Nazaret).
En palabras del alcalde «facilitará el acceso a servicios como la Ciutat de la Justicia y zonas de atractivo turístico como la Ciutat de les Arts i les Ciències, y mejorará la conectividad de la ciudad con toda el área metropolitana». Ribó también ha destacado que esta línea «contribuirá en la reducción de emisiones contaminantes, en el marco de la política de movilidad de la ciudad que apuesta para luchar contra el cambio climático».
El proyecto está cofinanciado por la Unión Europea, a través del programa operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Comunidad Valenciana 2014-2020, que aporta 20 millones de euros; y que después de esta primera actuación, Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana FGV tiene previsto ejecutar las obras correspondientes a arquitectura y equipación de paradas y estaciones del tramo. Seguidamente, se acometerán los tres proyectos restantes, la electrificación y subestaciones; la señalización y comunicaciones; y los talleres provisionales.