ingeniero valenciano

Fabio Carmona Antoñanzas es un ingeniero valenciano que participa en la película de animación «Minions 2». Formado en la Universitat Politècnica de València, ha hecho de su pasión por la animación, su profesión. Actualmente, trabaja para la película Minions 2 en Illumination MacGuff, en París. “Si eres fan de los minions y quieres verlos en sus primeras aventuras, con Gru de niño, tienes que ir a verla”, asegura.

El contrato de confidencialidad que firma, le impide avanzar nada más. “Conseguimos que los personajes cobren vida haciéndoles andar, hablar y expresar sentimientos, como si fueran seres reales que sienten y piensan. Cada movimiento y cada expresión que ves en la pantalla es así porque el animador así lo ha hecho, en ese preciso momento. Desde un paso, hasta un parpadeo”. Ese es su trabajo. Lo consigue a través del programa de ordenador Maya que manipula una figura en 3 dimensiones como si fuera un maniquí.

Su trabajo es muy creativo. Trata de “plasmar en los personajes expresiones, gestos y movimientos de forma que el espectador se crea lo que está viendo y sea capaz de empatizar con ellos”. En las películas “no nos asignan personajes para que nos especialicemos en ellos durante toda la producción. Lo normal es trabajar en las secuencias ya escritas y listas para animar y eso supone animar cualquier personaje y en cualquier orden”.
Intento ser lo más original posible a través de gestos y detalles, para que la interpretación del personaje que me toque animar, sea lo más interesante posible para el espectador”. Es consciente que gracias a su trabajo consigue llegar a muchísimas personas y puede “hacerles reír, emocionarse o simplemente entretenerles un rato, cosa que no está nada mal”.

Fabio Carmona Antoñanzas llegó a la animación a través de la Ingeniería Informática. “En las prácticas de la asignatura IMS (Imagen Sintética, especialidad Multimedia) hicimos unos ejercicios en Blender (un software de modelado, animación y render en 3D) que fueron una especie de revelación para mí”. Siempre estará agradecido a quien fue su profesor, Ramón Mollá, del Departamento de Sistemas Informáticos y Computación de la UPV. Tras esas prácticas, terminó la carrera y redirigió su carrera profesional hacia la animación.