Valencia está en fallas, las calles huelen a buñuelos y a pólvora. Las primeras piezas ocupan ya las plazas y demarcaciones, y es que la fiesta ya está en la calle, pero ¿sabes de dónde vienen las fallas y por qué se llaman así? 

Las investigaciones históricas no han podido dar con la forma exacta en que se originó la fiesta, y ni siquiera una fecha más o menos aproximada, pero la documentación más antigua sobre las Fallas data del año 1784, escrito que nos indica claramente que en el siglo XVIII ya se plantaban fallas en Valencia.

Sobre el origen de las Fallas hay muchas teorías, algunas muy populares pero no por ello más ciertas y ninguna de ellas a podido documentarse:

Las Fallas, una fiesta de los carpinteros 

Algunas teorías hablan de que el origen de las Fallas proviene de una costumbre antigua que los carpinteros celebraban la víspera de su patrón, San José (19 de marzo) para alumbrarse en las últimas horas de la jornada, ya sin sol, utilizaban unos candiles que sostenían en un palo a modo de candelabro llamado estaiastaipagés parot, el cual situaban en el centro del taller.

Según esta teoría, era tradición que para celebrar el patrón del Gremio y el fin de las veladas de invierno trabajando, se sacara el parot, o los trastos viejos, a la puerta del taller y se quemara junto a unas virutas.

Con el tiempo, se añadieron más trastos a la hoguera, e incluso se vistió con ropas para que se pareciera a una persona a la que se quisiera criticar,  y se añadieron más elementos para conformar una pequeña escena (ninot).

Rituales solares 

En muchos lugares de Europa, Asia y África se ha celebrado la llegada de los equinoccios y solsticios (la entrada de las estaciones del año) encendiendo hogueras, de esta manera, las hogueras del solsticio de verano se relacionaron con San Juan y las del equinoccio de primavera a San José.

Por ello, algunos historiadores piensan que las Fallas son en realidad una costumbre muy antigua de Valencia, seguida por los árabes o quizá por pobladores de la ciudad anteriores a ellos, que se inició como fuegos de primavera y evolucionó hasta los monumentos satíricos que hoy en día conocemos.

Monigotes satíricos para quemar

Según la tradición europea que consistía en construir un monigote representando a un personaje non grato, colgarlo con cuerdas o en un poste, y posteriormente quemarlo entre el tercer día de Cuaresma y el Sábado de Gloria.  

En la Comunidad Valenciana todavía se celebran festejos similares como El vell i la vella de Picassent y Llíria, el Parot de Mitja Quaresma de Castalla y los Mahomas de los Moros y Cristianos.

El Vell i la Vella De Picassent

Existe constancia de que en el siglo XIX en Valencia era tradicional colgar monigotes grotescos en ventanas y balcones siendo Carnavales o en jueves de Cuaresma (es decir, cerca de San José). 

La palabra falla viene del latín facula, que signica antorcha

La palabra  falla deriva del latín facula, que significa «antorcha», con el paso de los siglos ha ido evolucionando hasta dar nombre a las fiestas de San José que se celebran en Valencia y otras localidades.

Una falla, era  una antorcha utilizada para alumbrar. Sin embargo, también se encendían antorchas en momentos de alegría o fiesta, por lo que el significado festivo de la palabra parece que ha estado presente en ella desde el principio.

Con este sentido se puede encontrar en algunos textos valencianos del siglo XIII.

En el siglo XVI, la palabra falla pasó a denominar al fuego que se hacía en el suelo como centro de una reunión o de una fiesta. También eran las fogatas que se encendían en días especiales, en cambios de estación o para honrar a un santo (los casos de San José, San Antonio y San Juan), y las que servían para anunciar o celebrar una batalla ganada o avisar de la llegada de invasores.

Posteriormente esas fogatas pasaron a hacerse con muebles y trastos viejos que se quemaban en días señalados, sigue siendo tradición en San Antonio y San Juan en algunas localidades.

En el siglo XVIII se empieza a ver en algunas localidades valencianas la costumbre de quemar ninots o muñecos, los cuales representan personajes que se pretenden censurar o criticar.

El monumento acabó dando nombre al grupo de vecinos que gestionaba su construcción

Más tarde apareció en Valencia el catafalco satírico y artístico que se ponía en la calle para quemarse en la víspera de San José al que se denominó falla.

Dado que había un gran número de estos monumentos en la ciudad, la festividad se denominó con el plural de esta palabra, Falles, o con la locución Les Falles de Sant Josep, al considerarse en honor de este santo. En castellano, la fiesta se llamó Fallas

El monumento acabó dando nombre al grupo de vecinos de un barrio que se encargaba de gestionar o realizar su construcción.

Por eso actualmente a una comisión fallera se le llama también falla. Su plural Falles también ha extendido su significado con el tiempo, englobando a todo lo que tiene que ver con la fiesta como fenómeno social y festivo.