“El proyecto me parece interesante”. Estas fueron las palabras del alcalde de Valencia, Joan Ribó, sobre la Torre Eólica (o L’Eòlica) que se ha programa instalar en el puerto de la ciudad. Se trata de una infraestructura, diseñada por el arquitecto Fran Silvestre, de 170 metros de altura y que albergará mil molinos eólicos que se distribuirán en las 50 plantas de la torre. A parte también contará con un mirador que sobrepasará los 127 metros del puente Assut d’Or (el punto más alto de la ciudad) y que servirá como atractivo turístico.
El objetivo es que la zona portuaria se nutra energéticamente ya que la obra combinará la energía eólica con placas fotovoltaicas que completarán su función. El coste total de los trabajos de construcción ascenderán a 13 millones de euros y el plan de trabajo no sobrepasa los 12 meses, lo que supondría toda una revolución ya que Valencia sería la pionera al contar con un edificio de estas características.
Proyecto silencioso
Los responsables del diseño defienden su idoneidad y afirman que los actuales parques eólicos tienen que situarse lejos de los cascos urbanos por ser muy ruidosos. L’Eólica, puede construirse en las propias ciudades porque sería muy silenciosa y por la belleza de la infraestructura, no supondría ningún impacto negativo sobre el skyline. Además resaltan que la rejilla que protege la infraestructura no supone ningún peligro para las aves como sí lo son las aspas de los grandes molinos.
Aunque los ideólogos son los propietarios del despacho de Fran Silvestre, el Consorcio Valencia 2007 dará la opción, en las próximas semanas, a que otras empresas presenten proyectos similares para ocupar este espacio público.