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Las tasas de partos de bebés muertos se han disparado con alarmante intensidad en plena pandemia del coronavirus, según un estudio publicado en la revista ‘Nature’. La publicación asegura que desde que comenzó la pandemia, ha habido un aumento significativo en la proporción de embarazos que terminan en mortinatos, en los que los bebés mueren en el útero.

Los investigadores aseguran que en algunos países, las mujeres embarazadas han recibido menos atención de la que necesitan debido a los confinamientos y restricciones por el Covid y las interrupciones en la atención médica. Como resultado, probablemente se pasaron por alto las complicaciones que pueden llevar a la muerte fetal, lamentan.

En países como Nepal, los mortinatos aumentaron en un 50 por ciento entre finales de marzo y finales de mayo, según un importante estudio publicado en la revista ‘The Lancet’ con datos sobre más de 20.000 mujeres. Otro estudio también ha demostrado que la tasa de mortinatos en un hospital de Londres se multiplicó por cuatro.

Mientras tanto, un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ( CDC ) encontró que una de cada cuatro mujeres hospitalizadas por coronavirus estaba embarazada, y tres de las 93 mujeres incluidas en el estudio dieron a luz a bebés muertos.

Los investigadores recalcan que el principal impulsor del aumento global de mortinatos no es la infección por coronavirus en sí, sino que las mujeres embarazadas pueden haber evitado buscar atención médica por las restricciones y por temor a contraer el virus en un hospital.

«Lo que hemos hecho es provocar un aumento involuntario de mortinatos mientras intentamos proteger [a las mujeres embarazadas] del COVID-19», explica en ‘Nature’ Jane Warland, especialista en partería de la Universidad de Australia del Sur en Adelaide

La Universidad de St George de Londres registró una tendencia similar, pasando de una tasa de mortinatos de 2,38 por cada 1.000 partos desde octubre pasado hasta enero a un promedio de 9,31 por cada 1.000 nacimientos entre febrero y junio. India y Escocia, por su parte, también informaron aumentos en los mortinatos.