Un preocupante aumento en las agresiones sexuales en menores está sacudiendo España y generando alarma entre familiar y colegios. Estas agresiones, que afectan a los más vulnerables, se han convertido en una epidemia silenciosa que demanda una acción urgente.
Según datos de la Fiscalía General del Estado, durante 2022 ya hubo un notable incremento del 45,8% de las agresiones sexuales cometidas por menores de edad en comparación con el año anterior. Concretamente, se investigaron 974 casos frente a los 668 de 2021.
Este 2023 la cifra podría ser más alta y es que sólo durante el mes de septiembre se han hecho públicos varios casos de agresiones en menores. Uno de los más impactantes ha ocurrido en la localidad de Crevillent donde se investigan los abusos a una niña de 13 años con discapacidad intelectual que fue agredida durante seis meses por ocho adolescentes en el instituto.
También el pasado mes de septiembre fue sonado el caso de Almendralejo (Badajoz). Un grupo de jóvenes menores de edad desnudaron con inteligencia artificial las imágenes de una treintena de niñas que posteriormente difundieron por redes sociales.
LA PORNOGRAFÍA Y LA FALTA DE FORMACIÓN, CLAVES EN LAS AGRESIONES ENTRE MENORES
La memoria del Ministerio Público atribuye este «auge» de los delitos por agresiones sexuales a una serie de factores «complejos».
Entre ellos destaca la creciente presión de las redes sociales y la disponibilidad sin restricciones de material pornográfico en línea, que puede influir en el comportamiento de los agresores y en la percepción distorsionada de la sexualidad. En este aspecto, apuntan que hay una carencia de formación adecuada en materia ético-sexual. Este hecho repercute en un visionado «inapropiado y precoz» de pornografía.
Por otra parte, señalan que la pandemia del coronavirus aisló a los niños. Este hecho ha dificultado la detección temprana de abusos por parte de maestros y otros adultos de confianza.
Ante este aumento de las agresiones sexuales, los defensores de los derechos del menor han instado a la sociedad y a las autoridades a tomar medidas para combatir esta escalada de agresiones sexuales entre menores. Señalan que se requiere de una mayor concienciación en las escuelas y en los hogares sobre cómo detectar y prevenir el abuso sexual infantil.
Además, abogan por una mayor inversión en servicios de apoyo y terapia para las víctimas, así como una legislación más sólida que castigue a los agresores.