Una enfermera revela el drama de la antigua Fe: "Tengo pacientes que han pedido que los matara"

«Si su edad se encuentra entorno a los 70 años en adelante, la mayoría de pacientes ni son reanimables ni intensivables. Si por la noche tienen una saturación baja, sabiendo cual va a ser su destino (la muerte), no se vuelve a entrar a esa habitación hasta las 7 de la mañana»; «una gran parte de ellos están atados. Sí, habéis leído bien, atados. La justificación es que están desorientados, se quitan la vía y no damos a basto».

Estas son algunas de las frases más impactantes de la carta escrita por una enfermera anónima que durante los últimos días ha dado la vuelta en las redes sociales y que ahora ha llegado a manos de la Fiscalía y del juzgado de Instrucción 21 de Valencia.

La trabajadora de la antigua Escuela de Enfermería del Hospital La Fe de Campanar relata algunas de las supuestas brutalidades vividas dentro del área COVID durante los últimos meses de la pandemia.

AGUA FRÍA, MAL OLOR Y MATERIAL ROTO

«Las condiciones que tienen aquí son de miseria. No tienen agua caliente para ducharse; los telefonillos no funcionan y suenan en el control de enfermería pero no puedes comunicarte con ellos. Tienes que imaginarte lo que les pasa. Además, se entra a las salas COVID según la valoración subjetiva y el cansancio de cada profesional», explica el testimonio.

La enfermera señala la gravedad de no contar con telefonillos en condiciones. «Ha sucedido más de una vez que al paciente le ha pasado algo grave. Por no poder avisarnos no nos hemos enterado. El paciente ha acabado en el suelo muerto y ni nosotros sabíamos cuánto tiempo había estado así«, relata.

Al agua fría y la rotura de los telefonillos se suman las condiciones de las habitaciones. Éstas se describen como «minúsculas» y con camas «de no se sabe qué año». Además, hay un tercer problema: el olor. «Hay una basura donde se tiran los pañales y empapadores y no hay ventilación. No os podéis imaginar el olor que hay ahí dentro y lo cargado que está el ambiente».

¿VERDAD O MENTIRA?

El anonimato de la carta y el aviso de Whatsapp sobre la cantidad de veces que se ha reenviado el pdf ha puesto en duda las declaraciones de la enfermera. El fin de semana, la Conselleria de Sanitat emitió un comunicado para desmentir la situación. Además, su responsable, Ana Barceló, reafirmó el martes en rueda de prensa que no constaba ninguna queja al respecto en el Servicio de Atención al Paciente.

Sin embargo, desde el diario digital El Español anunciaron haber contrastado el testimonio. Desde el medio que dirige Pedro J. Ramírez aseguraron haber hablado con personal sanitario del mismo centro y familiares de pacientes, quienes corroboraron el escrito de la enfermera.

LA CARTA LLEGA AL JUZGADO

El pasado sábado, el diputado popular José Juan Zaplana ya presentó una denuncia sobre los hechos. Poco después, la asociación Defensor del Paciente hizo lo mismo ante la Fiscalía, la cual anunció la apertura de una investigación. Sin embargo, tras conocer que el juzgado de Instrucción 21 de Valencia estaba indagando dichos hechos, la denuncia de la asociación fue remitida a éstos.

Ahora es el juzgado de Instrucción 21 de Valencia quien investigará la atención de los pacientes del hospital. La jueza ya ha solicitado varios informes a la Conselleria para esclarecer las supuestas irregularidades.

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