Arranca el cónclave para elegir al nuevo papa: así se desarrollará la votación más secreta del mundo
Los 133 cardenales accederán a la Capilla Sixtina a las 16:30 horas para la primera votación. / VATICAN NEWS

Hoy ha comenzado uno de los eventos más solemnes y enigmáticos de la Iglesia católica: el cónclave para elegir al nuevo papa, sucesor número 267 de San Pedro. Desde el corazón del Vaticano, los ojos del mundo se posan sobre la Capilla Sixtina, que una vez más acoge esta ceremonia milenaria cargada de tradición, espiritualidad y un riguroso protocolo.

¿Qué es el cónclave y cómo se organiza?

La palabra cónclave proviene del latín cum clave, que significa bajo llave. Y no es casual: los 133 cardenales electores que participarán en esta elección permanecerán incomunicados y encerrados en la Capilla Sixtina hasta designar al nuevo pontífice.

Solo pueden participar los cardenales menores de 80 años, que en este caso representan a más de 70 países, reflejando la dimensión universal de la Iglesia. Se alojan en la residencia de Santa Marta, dentro del Vaticano, y desde allí acuden cada día a la Capilla para las votaciones.

Preparativos en la Capilla Sixtina para el cónclave 2025.
La Capilla Sixtina preparada para el cónclave del nuevo papa. / VATICAN NEWS

Así se vota en el cónclave

El proceso de votación está regulado por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis. Antes de comenzar, se sortean los nombres de tres escrutadores, tres infirmarii (encargados de recoger el voto de los cardenales enfermos) y tres auditores.

Cada cardenal recibe una papeleta rectangular en la que escribe su elección. Una vez doblada, la lleva al altar pronunciando en voz alta: «Pongo por testigo a Cristo Señor, que me juzgará, de que mi voto es dado a aquel que, según Dios, creo que debe ser elegido».

Posteriormente, deposita la papeleta en una urna colocada sobre el altar. Si algún cardenal está enfermo, los infirmarii llevan una urna especial a su habitación y trasladan luego los votos a la Capilla Sixtina.

Tras depositar todas las papeletas, se procede al recuento. Si el número de papeletas no coincide con el número de votantes, se anulan todas y se repite la votación. En caso de que coincidan, los escrutadores leen en voz alta los nombres y contabilizan los votos.

Número de votos necesarios y ritmo de votaciones

Para elegir papa se requiere el apoyo de al menos dos tercios de los cardenales electores. En este cónclave, serán necesarios 89 votos sobre los 133 disponibles. El ritmo de votación es intenso: una votación el primer día a las 16:30 h; y partir del jueves, cuatro votaciones diarias, dos por la mañana (desde las 9:00) y dos por la tarde (desde las 16:00). Si tras tres días de votaciones no se alcanza un consenso, se realiza una jornada de pausa dedicada a la oración y reflexión.

Las estufas donde se queman las papeletas y los productos químicos que colorean el humo
Estufas donde se queman las papeletas de los cardenales electores. / VATICAN NEWS

La fumata: el esperado mensaje al mundo

Las famosas fumatas marcan el ritmo de expectativa global. Cada dos votaciones, las papeletas se queman en una estufa junto a un compuesto químico que da color al humo:

  • Fumata negra: no hay acuerdo.

  • Fumata blanca: se ha elegido papa.

Se espera la primera fumata el miércoles entre las 18:00 y las 19:00 h. En los días siguientes, los horarios aproximados serán a las 12:00 y las 19:00 h.

Favoritos y nombres en juego

El ambiente vaticano apunta a varios posibles candidatos. Entre ellos, el italiano Pietro Parolin, actual Secretario de Estado; el filipino Luis Antonio Tagle, prefecto para la Evangelización; el maltés Mario Grech y el estadounidense Robert Francis Prevost. Entre los españoles, suenan Ángel Fernández Artime y Cristóbal López, aunque los vaticanistas coinciden en que sería un sorpresivo giro que uno de ellos alcanzara los votos necesarios.

¿Qué pasa tras la elección?

Si un cardenal acepta ser el nuevo papa —puede rechazarlo con un non accepto, aunque es muy poco habitual—, se retira a una sala privada conocida como ‘la habitación de las lágrimas’. Allí elige el nombre que tomará como pontífice y se viste con uno de los tres hábitos blancos preparados. Minutos después, el protodiácono anuncia desde el balcón de San Pedro el célebre ‘Habemus Papam’. Entonces, el nuevo papa sale a saludar a los fieles congregados y al mundo.

La «Sala de las Lágrimas» donde se viste al Papa
La denominada ‘Sala de las Lágrimas’ donde se vestirá el nuevo papa. / VATICAN NEWS

¿Cuánto puede durar este cónclave?

Aunque no hay límite legal, se espera que no se extienda más allá de tres días. Si tras 34 escrutinios no se logra un consenso, solo se podrá votar entre los dos cardenales con más apoyos, aunque siempre manteniendo la regla de los dos tercios para que uno sea elegido.

Un momento clave para el futuro de la Iglesia

El nuevo cónclave no solo decidirá al próximo obispo de Roma, sino también la línea pastoral que seguirá la Iglesia Católica en los próximos años. Ya sea continuidad con la apertura iniciada por Francisco, fallecido el pasado 21 de abril, o un retorno a posiciones más conservadoras, este cónclave pasará a la historia por la gran expectación generada.