El Palmar continúa su recuperación tras la DANA que azotó la zona el pasado mes de octubre dejando graves daños en negocios y afectando al turismo, principal motor económico de esta pedanía de la Albufera. Tras meses de incertidumbre y trabajo, hosteleros y comerciantes empiezan a notar una mejora en la afluencia de visitantes, aunque advierten que el proceso sigue siendo lento.
«Los primeros meses fueron terribles, no había absolutamente nadie. Hasta enero no empezamos a ver algo de movimiento«, explica Manuel Sierra, camarero en la zona. Muchos negocios tuvieron que hacer frente a pérdidas económicas importantes, reponiendo maquinaria dañada y afrontando una drástica reducción de clientes.
Muchos negocios tuvieron que hacer frente a pérdidas económicas importantes, reponiendo maquinaria dañada y afrontando una drástica reducción de clientes. «Aquí en el restaurante entró agua por todas partes. Hemos tenido que comprar un lavaplatos nuevo y hacer varias reparaciones«, comenta María José Montoro, propietaria de un restaurante El Redolí.
La falta de reservas y la incertidumbre sobre el futuro fueron algunos de los mayores desafíos durante los primeros meses. La sensación generalizada entre los hosteleros es que, aunque el panorama ha mejorado, aún queda un largo camino por recorrer. «Es muy lento. Entre semana estamos a un 20% de lo que era antes de la DANA«, asegura José Antonio Torrent, del Restaurante Mornell.
A pesar de las dificultades, los vecinos y empresarios del sector han mostrado una gran resiliencia. La reapertura progresiva de restaurantes y comercios ha sido clave para recuperar la actividad, aunque el consumo sigue siendo irregular. La incertidumbre económica y los cambios en los hábitos de los turistas también han influido en esta lenta recuperación.
El papel de las administraciones ha sido otro punto de debate entre los afectados. Algunos empresarios reconocen el apoyo recibido en forma de ayudas y subvenciones, pero otros consideran que las medidas han sido insuficientes. «La burocracia ha ralentizado muchos procesos y hemos tenido que arreglarnos prácticamente solos«, señala la dueña de El Redolí. No obstante, con la llegada de la primavera y la Semana Santa a la vuelta de la esquina, El Palmar confía en recuperar parte del terreno perdido y seguir avanzando hacia la normalidad.
Una recuperación desigual
Aunque la situación ha mejorado, el turismo entre semana sigue estando muy por debajo de los niveles previos a la DANA. «Los fines de semana más o menos estamos a un ritmo normal, pero entre semana aún estamos a un 20% de lo que era antes», comenta el gerente del Mornell.
Otro factor clave ha sido la desinformación sobre el estado real de El Palmar. «Se decía que la Albufera estaba devastada, que no se podía acceder, pero no era verdad. La gente dejó de venir por miedo«, señala Borja García, gerente del Restaurante Albufera, visitado por la Familia Real el pasado mes de diciembre. Con el paso de los meses, la situación se ha ido normalizando y la llegada del buen tiempo supone un aliciente para pensar que la hostelería tiene más oportunidad para reflotar.
Expectativas para Semana Santa
La Semana Santa es ahora el gran reto para la hostelería local. «Si el tiempo acompaña, esperamos una buena afluencia, sobre todo de turistas de Valencia y alrededores», explica María José Montoro. No obstante, muchos coinciden en que este año seguirá siendo de transición y que la recuperación total aún tardará.
Los barqueros, otro de los sectores más afectados, también comienzan a notar un ligero repunte en la actividad. «Estuvimos casi dos meses sin poder navegar. Ahora parece que la cosa se mueve más, pero no es lo que era», comenta Sento Navarro, barquero y trabajador del sector.
A pesar de todo, el sentimiento general en El Palmar es de esperanza. «Poco a poco la gente ya ha visto que aquí estamos bien y se está animando a venir», concluyen los hosteleros. Con la llegada de la Semana Santa, la Albufera vuelve a respirar y El Palmar se prepara para recibir a los visitantes que tanto ha echado en falta en los últimos meses.