'El Enterrador' se estrena el próximo 5 de abril en La Rambleta / La Rambleta

Historia y emoción se unen en La Rambleta para presentar, el próximo 5 de abril, ‘El enterrador’. Una conmovedora obra teatral que rescata del olvido una parte fundamental de nuestra historia reciente, rindiendo homenaje a Leoncio Badía Navarro, conocido como «el enterrador de Paterna», quien dignificó a las víctimas de la represión franquista en el cementerio de su pueblo.

Esta propuesta, escrita y protagonizada por Pepe Zapata y dirigida por Gerard
Vázquez, sumerge al espectador en la historia de un actor que ensaya en soledad un monólogo que él mismo ha escrito sobre la historia de su familia y su conexión con el enterrador.

Pepe Zapata homenajea a los héroes anónimos de la posguerra en su obra ‘El enterrador’ / La Rambleta

Durante su ensayo, revive el papel de un sepulturero que, entre los cadáveres de cada día, reconoce a un amigo a quien creía muerto en el frente. Con él se desahoga explicándole su situación sobre lo que está haciendo y el peligro que corre su vida al intentar preservar la memoria de los fusilados. Sin embargo, llamadas telefónicas irrumpen su ensayo, entre ellas la de su madre, cuyos recuerdos confusos por el deterioro de su memoria le llevan a cuestionar la verdad de su propia historia familiar.

Con un formato íntimo y una interpretación potente, ‘El enterrador’ es un homenaje a los héroes anónimos de la Guerra Civil y la posguerra. De esta forma, su director busca enfrentar al espectador a la importancia de la memoria y el peso del pasado en el presente.

La función contará con un coloquio posterior en el que el público podrá profundizar en los temas abordados en la obra, convirtiéndose en una experiencia que va más allá del teatro para ser un verdadero ejercicio de memoria y dignidad.

Quién fue Leoncio Badía

Leoncio Badía trabajó como sepulturero en el cementerio municipal de Paterna entre 1939 y 1945. En plena represión franquista, arriesgó su vida depositando en las fosas comunes objetos personales de los republicanos fusilados, como fragmentos de ropa, botones o mechones de pelo, con el fin de facilitar su futura identificación por parte de sus familiares. Su sensibilidad y valentía le permitieron desempeñar un papel crucial en la localización e identificación de muchas víctimas de los fusilamientos llevados a cabo en el conocido Paredón de España.