El Ecce Homo o la Preciosísima Sangre vuelven a Picanya restaurados tras la DANA. Después de un año de la DANA, Picanya, una de las localidades más afectadas, ha vivido este fin de semana un acontecimiento especial: el regreso de la talla de su patrón, el Ecce Homo -conocido popularmente como la Preciosísima Sangre- que quedó gravemente dañada. Su restauración, como afirma el párroco Joaquín Civera, es “signo también de nuestra restauración interna como pueblo, tras la tragedia”.
La parroquia de Picanya ha sido la más afectada por la DANA en cuanto a bienes materiales. Según recuerda el párroco, en este tiempo, han tenido que celebrar la eucaristía -durante meses- en un teatro, y han vuelto a casa con todos los altares deshechos: “no tenemos ni una imagen ni media”.
Por eso, “el hecho de que la primera imagen que vuelva a casa sea la de la Purísima Sangre es muy significativo también para nosotros. Vuelve el que une los corazones de Picanya y signo de que la restauración ya está poco a poco en marcha”. Durante este tiempo, la imagen ha permanecido en el taller del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación, donde un equipo de técnicos ha trabajado con paciencia para devolverle su forma y su dignidad.
Y es que el conjunto de imágenes de la parroquia quedó totalmente destrozado. Más de una veintena fueron arrastradas por el agua, que alcanzó una altura de 3’80 metros en el interior del templo, dañando a su paso también los retablos. Únicamente se salvaron las tallas de San Pedro y San Pablo, que se encontraban en un punto más alto.












