María es usuaria del servicio de atención social y distribución de alimentos y productos de higiene de Casa Caridad. Tiene 62 años y está trabajando. «La nómina es escasa y no cuento con una red de apoyo que me pueda ayudar, por lo que solo me alcanza para pagar la habitación de alquiler. Casa Caridad me proporciona alimentos y productos de higiene y limpieza del hogar para tener una mejor calidad de vida y todas las necesidades cubiertas», explica María.
El testimonio de María es un ejemplo del perfil que, cada vez más, está atendiendo la Asociación Valenciana de Caridad. Personas que cuentan con empleo, pero que no pueden llegar a final de mes y, por tanto, necesitan la ayuda de la ONG.
En la última publicación del Instituto Valenciano de Estadística (IVE) sobre los «Indicadores de pobreza y condiciones de vida», se indica que el 18,9% de la población residente en la Comunitat Valenciana está por debajo del umbral de riesgo de pobreza en 2023, casi 1 punto por encima del año anterior.
«En los últimos cuatro años hemos duplicando las atenciones, llegando a alcanzar las 4.820 personas atendidas en 2023. Muchas de las personas que acuden a nuestro servicio de entrega de lotes de productos básicos, también los padres y madres de las Escuelas Infantiles, así como las personas usuarias que viven en las viviendas supervisadas del Proyecto Fénix cuentan con trabajo, pero no llegan a final de mes», explica Luis Miralles, presidente de Casa Caridad.
Una atención individualizada
En el primer semestre de 2024, la Asociación ya ha atendido a 3.278 personas, un 50% más que el mismo semestre de hace 4 años. Por el servicio de entrega de productos básicos, que es donde se atiende mayoritariamente a este perfil, ya se han repartido 12.851 lotes completos y 1.679 cheques de supermercado, por un importe total de 13.165 euros.
«Las personas que acuden a nuestros servicios llevan detrás muchas circunstancias que pueden desencadenar una situación de sin hogar o de riesgo de exclusión social. Muchas veces no somos conscientes de que personas que tenían una vida normalizada, como la puede tener cualquier trabajador, han tenido que venir a nuestra Asociación porque necesitan ayuda. Tanto en el reparto de productos básicos como en las escuelas infantiles, vemos a personas que tienen trabajo, normalmente esporádicos, pero por los bajos ingresos no pueden hacer frente a todos los gastos«, explica Guadalupe Ferrer, directora-gerente de Casa Caridad.
En las escuelas infantiles de la Asociación se atiende a 148 niños y niñas en situación de vulnerabilidad, así como a sus progenitores y familiares. En el curso anterior, el 64% de los padres y madres estaban trabajando con contratos temporales que no les permitían disponer de ingresos suficientes, mientras que el 42% tenía empleos esporádicos sin contrato de trabajo, dentro de la economía sumergida.
Además, en el 37% de las familias solo había una nómina como principal fuente de ingresos. Gracias al trabajo de los profesionales de la Asociación a través del Programa Escuela Familia, las familias reciben herramientas que les permiten superar las causas de su situación y atender sus necesidades específicas a la vez que reciben formación sobre cuidar de sus hijos e hijas para evitar situaciones de riesgo.
‘Puedes ser tú’: una campaña de sensibilización
Casa Caridad ha lanzado la campaña ‘Puedes ser tú’ con el objetivo de romper los prejuicios hacia las personas sin hogar y en riesgo de exclusión social y concienciar a la sociedad de que cualquier persona puede necesitar ayuda en algún momento de su vida.
La Asociación ha ubicado en el Mercado de Colón una exposición con cinco siluetas sin rostro que cuentan las historias de cuatro mujeres y un hombre atendidos por Casa Caridad. Los relatos de las personas usuarias, como es el caso de María, son situaciones que puede vivir cualquiera y sirven para que la ciudadanía se pueda identificar con ellas y, al llegar al final de la exposición, verse reflejadas en un espejo que lleva el mensaje ‘Puedes ser tú’.
Además, Casa Caridad ha manifestado su constante preocupación cuando llega el verano, una época en la que la mayor parte de la población se va de vacaciones, pero ellos no descansan porque las personas en situación de sin hogar y en riesgo de exclusión social necesitan su ayuda los 365 días del año.
«Hemos querido salir hoy a la calle para que la población pueda leer los ejemplos de las historias de las personas que vienen diariamente a nuestra Asociación, intentando advertir de que en algún momento de nuestras vidas todos podemos necesitar ayuda», concluye Elena Sánchez, vicepresidenta de Casa Caridad.