El prestigioso cirujano Pedro Cavadas ha presentado su baja voluntaria en el Hospital de Manises, que depende de la Generalitat aunque sea de gestión privada. Según informa el diario Levante, a partir de ahora solo operará en el Hospital 9 de Octubre. En el centro hospitalario de Campanar el prestigioso doctor realiza casi 2.000 intervenciones anuales. Así también podrá centrarse en la Fundación Pedro Cavadas, que se centra en proporcionar cirugía reconstructiva gratuita en África Oriental.
El doctor ha realizado operaciones de gran impacto mediático como la reconstrucción del rostro de Lonunuko, un pastor keniano que fue herido por una hiena cuando intentó socorrer a una mujer. También informamos en 7 Televalencia de la intervención de Wilmer Arias, un joven guatemalteco que quedó tetrapléjico por el impacto de una bala perdida. A uno de los supervivientes del accidente ciclista en Jávea también le operó con éxito.
El cirujano valenciano contó en El Hormiguero uno de los momentos más duros de su carrera, lo vivió hace 7 años cuando falleció el amigo y paciente al que hizo el primer trasplante de cara. La muerte se produjo a los 3 años de la operación por los efectos de la medicina que tenía que tomar. Según le ha contado a Pablo Motos, cada operación supone mucho esfuerzo y dedicación, lo más difícil viene después de las operaciones.
Según ha confesado “el paciente murió, pero fue un auténtico y verdadero valiente. Su muerte me dolió mucho, porque ya era mi amigo, de verdad. También ha reconocido que, en general, no es bueno hacerse amigo del paciente, pero eso es una cosa que uno no decide. Ese paciente en concreto era un tío con una calidad humana tan desbordante que era imposible no hacerse amigo suyo. De 0 a 10 en calidad humana, era un 11. Cuando murió, te mueres con él. Fue un golpe duro, duro… durísimo”.