La Asociación Gats alerta de que han tenido que curar a una gatita llamada Panda como consecuencia de un disparo. Tras la intervención, el animal está bien, pero el veterinario ha tenido que sacar un perdigón que la gata tenía incrustado en la cabeza del fémur, tuvo que tocar también la cadera opuesta para quitar tensión. Afortunadamente, Panda ya está en casa con su familia y ahora toca recuperarse.
Desde la asociación alertan que la amenaza sigue estando ahí en el vecindario para todos los vecinos. Hay más vecinos con gatos muy cerca de la casa de Panda, muchísimos vecinos tienen gato en La Canyada. Los hechos han tenido lugar en la calle 6 con calle 19, a plena luz del día. Según ha informado la asociación, Panda pasa todas las noches en su casa con su familia y no suele nunca alejarse más de la cuenta de su casa y parcela.
Se trata de una zona donde residen muchos niños, allí han muchas familias con gatos y perros. De hecho los niños de la familia de Panda están muy afectados por lo ocurrido. En el comunicado piden que si alguien sabe algo, se ponga en contacto con la asociación.