La Diputació de València tiene nueva imagen corporativa, una identidad acorde al cambio en la gestión impulsado en los últimos años que, bajo el lema ‘Per sempre pobles’, proyecta en el tiempo los mejores valores del municipalismo.
La marca ha sido presentada este martes en el CaixaForum ubicado en el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias ante más de un centenar de alcaldes y alcaldesas y, como aseguró el presidente de la institución, Toni Gaspar, «no es un cambio de símbolo sino un símbolo de cambio».
El propio Gaspar ha puesto en valor un proyecto en el que «por primera vez se ha dado voz y todo el peso de la decisión final a los profesionales del sector, con el objetivo de asegurarnos la implicación de los mejores diseñadores y el mejor resultado posible». En opinión del presidente provincial, «la colaboración entre los sectores profesionales y la administración pública es la fórmula que puede ayudarnos a tener instituciones compatibles con el tiempo y la sociedad en que vivimos».
El sector acogió con entusiasmo la mano tendida por la Diputación y celebra el resultado de un proceso que ha servido para cambiar la imagen corporativa de la institución provincial de las últimas tres décadas. «Este proyecto va a servir de ejemplo para futuras licitaciones a nivel autonómico y nacional en la contratación de diseño», afirma el presidente de la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV), Ángel Martínez, quien añade que otras corporaciones se han interesado ya en el pliego de la Diputación para renovar su marca.
Los socios fundadores de Atipus, el estudio que finalmente ha completado el proceso abierto y se ha encargado de crear la nueva imagen del ente provincial, destacan la transparencia de cada una de las fases de un camino creativo iniciado hace casi tres años.
Jordi Blanch y Eduard Duch coinciden en el peso de la tipografía en el resultado final, «un tipo de letra creado expresamente para la Diputación y que se convierte en el actor principal de la nueva identidad». Los creativos confiesan que han estado «muy enganchados a un proyecto que estamos convencidos de que va a proyectar la imagen de la institución hacia el futuro».
Una imagen que tenía que respetar el poso de los 210 años de historia de la Diputación, conmemorados en el acto del CaixaForum, pero también ese tránsito hacia una gestión moderna y eficaz que refuerza el municipalismo y entiende los retos del nuevo siglo «desde el esfuerzo y la esperanza». Y todo esto «se ha hecho desde el respeto a todo el sector del diseño, desde el punto de partida de la igualdad, y valorando la calidad de los proyectos», ha remarcado el presidente de los diseñadores valencianos.
Homenaje al municipalismo
El núcleo central del acto, sustentado en el audiovisual y la música, ha tenido como protagonistas a los alcaldes y alcaldesas con los que cada día trabaja la Diputación, embajadores del municipalismo y del ‘Per sempre pobles’ inspirado en el poema del escritor y periodista valenciano Vicent Andrés Estellés. ‘Tu estaràs despert per tots… Et pariren per a vetlar… en la llarga nit del teu poble’, escribía el poeta de Burjassot sobre la proximidad y la solidaridad de los entes locales, razón de ser de la institución provincial.
Primero fueron algunos de esos alcaldes y alcaldesas los que hablaron de lo que significa vivir en un pueblo y de los vínculos de la corporación provincial con todos ellos. Después fue el presidente Gaspar quien les agradeció «la colaboración necesaria de todos y todas para hacer la Diputación que quieren los pueblos y que queremos las personas que la gestionamos», instándoles a hacer frente «al tono de hecatombe y el pretendido deterioro de las instituciones impidiendo su correcto funcionamiento», ya que «es responsabilidad de todos proteger las buenas causas de los malos argumentos, sin participar en la estrategia del desgaste que nos debilita».
El máximo responsable provincial lamentó «estos tiempos de policrisis en los que hemos tenido que hacer frente a una pandemia, un confinamiento, una crisis energética, la hiperinflación y los peores incendios forestales, así como danas, glorias y filomenas». Sin embargo, destacó que ninguno de estos males «ha sido excusa ni impedimento para transformar una institución del siglo XIX en una institución más próxima, justa, transparente y eficiente, propia del siglo XXI».
210 años de historia
Los 210 años de historia de la Diputació de València han sido el leitmotiv del acto celebrado en el CaixaForum ante 300 personas, la mitad de ellas responsables de los municipios de la provincia, junto a jefes de servicio y personal de la institución y representantes de los medios de comunicación y la sociedad valenciana. Entre las autoridades presentes, la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, y un nutrido grupo de diputadas y diputados que han acompañado al presidente Gaspar.
El arranque de la función que ha terminado con la presentación de la nueva imagen corporativa de la Diputación ha propuesto a los asistentes un viaje en el tiempo por los dos siglos de historia del ente nacido en 1813 al amparo de ‘La Pepa’, la Constitución aprobada un año antes. La esencia no ha cambiado, velar por los intereses comunes en el ámbito provincial, pero sí ha evolucionado la forma de coordinar esas competencias que en un principio se limitaron a la conservación de carreteras, el fomento de las aguas y la cultura.
La Ley de Beneficiencia de 1849 amplió dichas competencias y llevó a la Diputación a gestionar instituciones como el sanatorio psiquiátrico fundado por el Padre Jofré, la Beneficència y Casa de Misericordia, el antiguo Hospital Provincial, del que dependían el Teatro Principal y la Plaza de Toros, y más tarde, ya en el siglo XX, el Colegio de Sordomudos conocido hoy como el Instituto Valenciano de Audiofonología (IVAF).
Un repaso por los hitos políticos y sociales de una institución que ha jugado un papel fundamental en la difusión y promoción de las artes y la cultura, desde el programa de pensiones aprobado en 1863 que permitió formarse en el extranjero a artistas de la talla de Benlliure, Pinazo y Sorolla, hasta la creación de un Servicio de Investigación Prehistórica que propició, entre otros hallazgos, el del Guerrer de Moixent a comienzos de los años treinta.
La soprano María de los Llanos y la joven cantautora Mamen Escriche, médica y compositora, conocida como Carmela en Drama, han puesto la banda sonora a esta fusión de memoria y modernidad que ha encontrado en los alegres saltos de las cuerdas del piano de cola su punto de encuentro.