Amy Williams es una joven de 24 años que estuvo a punto de morir a causa del síndrome de shock tóxico provocado por un tampón. Los hechos han tenido lugar en el condado de Essex, en Inglaterra. Al parecer, la joven se fue de fiesta y fue a cambiarse el tampón al cuarto de baño de una sala. No encontró el hilo de extracción, dio por hecho que ya se lo había quitado y se puso uno nuevo.
El diario ‘Daily Mail’ cuenta que varios días después comenzó a notar un olor desagradable. Explica en la publicación que «el olor era tan fuerte que no era normal así que me metí en la ducha y me lavé, pero el olor continuaba». Al tumbarse en la cama y explorarse, notó que tenía el tampón en el interior. Tardó unos 30 minutos en sacarlo y cuando terminó empezó a notar fuertes molestias. Su temperatura subió hasta los 40 grados de fiebre por lo que decidió acudir al hospital más cercano.
El médico le diagnosticó un shock tóxico, por suerte reaccionaron a tiempo porque sus órganos habían comenzado a fallar. La joven estuvo varios días ingresada y tomando antibióticos para reducir la infección. La afectada matiza que el suceso tuvo lugar en junio de 2019 pero ha decidido contarlo ahora para objetivo de concienciar a otras mujeres de los peligros del tampón si no se utiliza de forma adecuada.