La danza toma las calles de Valencia con cuatro espectáculos gratuitos
La compañía Baal en su actuación de 'Cromática'.

El ciclo ‘Moviments Urbans’ vuelve este fin de semana a Valencia para acercar la danza y el baile a la ciudadanía. Para ello, desarrollará un programa de piezas breves al aire libre que tendrá lugar en plazas y museos de la ciudad.

La primera jornada se desarrollará este sábado, 15 de abril, en el Museo de Bellas Artes y en el Jardín del Turia. El patio del Embajador Vich de la pinacoteca será a las 11:30h el escenario de una pieza de danza para toda la familia inspirada en la obra de Joan Miró ‘La magia de los colores’, ‘Cromàtic’. Desde Baleares, la compañía Baal embarca a la audiencia en un viaje al cosmos lleno de descubrimientos y sorpresas. Cada uno de sus tres intérpretes asume un color, el amarillo, el rojo y el negro.

A las 12:00h., el claustro renacentista también será el marco para la representación de una pieza cercana e íntima de los valencianos Cave Canem. ‘No son ojos porque los ves, son ojos porque te miran’ explora cómo mover la energía en la escena sin cruzar miradas. En la representación, sus bailarines descubren que su realidad se tambalea ante la presencia de otros ojos.

Propuesta ‘Nest’ de la creadora belga Marie Gyselbrecht. / ANTONI GALITO

Para concluir la mañana, el baile se desplaza al kilómetro 1 del Jardín del Turia de Valencia. Allí Kiko López se sumerge en un desafío interno para encontrar el lado más bello del ser humano a través de la animación de un objeto. En su obra breve ‘Honest’, el protagonista realiza un viaje por el juego y el rechazo acompañado de una mirada frágil, vulnerable y honesta en pos de la aceptación de uno mismo.

TARDE INTERNACIONAL DE DANZA 

Al caer la noche, la intérprete y creadora belga Marie Gyselbrecht indagará en los límites y las libertades del espacio público en la ‘skateplaza’ que se halla en el antiguo cauce del río, debajo del Puente de San José.

Su propuesta ‘Nest’ se articula en torno al coche como uno de los símbolos más poderosos de nuestra civilización. Es un símbolo de estatus pero también el sustituto de una casa o un lugar temporal donde pasar la noche.