El polvo de la DANA dispara la alerta por la calidad del aire en Valencia
El polvo procedente del lodo reseco supone un problema añadido para los voluntarios que trabajan en municipios como Alfafar. / CHEMA MOYA (EFE)

La calidad del aire en Valencia se encuentra en el foco de atención debido a los efectos persistentes de la DANA y la presencia de polvo sahariano en suspensión. La situación ha alcanzado niveles de alarma, con indicadores de contaminación que sitúan a la ciudad y sus alrededores entre las zonas con peor calidad del aire en Europa.

Según los expertos, estas condiciones representan un riesgo para la salud pública, especialmente para los grupos más vulnerables. El polvo levantado por las lluvias torrenciales y el barro seco se suma a las partículas en suspensión conocidas como PM10, altamente perjudiciales para la salud.

En municipios como Catarroja, Massanassa y Paiporta la calidad del aire se ha clasificado como «extremadamente desfavorable», una calificación que afecta directamente a más de un millón de personas en toda el área metropolitana de Valencia.

La ausencia de viento y el incremento de temperaturas han dificultado la dispersión de estas partículas, agravando la situación. Los síntomas relacionados con la mala calidad del aire como tos, irritación ocular, congestión nasal y dolor de garganta están afectando ya a algunos vecinos valencianos, mientras que el uso de mascarillas es percibido como una medida paliativa pero insuficiente.

Recomendaciones y medidas tomadas por la contaminación de la DANA

La Conselleria de Sanidad ha emitido una serie de recomendaciones para minimizar los efectos adversos sobre la salud. Se insta a las personas vulnerables, como niños, adultos mayores y aquellos con afecciones respiratorias crónicas, a evitar actividades al aire libre y las labores de limpieza que podrían exponerlos aún más a estas partículas dañinas. Para quienes deben realizar estas tareas, se recomienda el uso de mascarillas FFP2.

El Ayuntamiento de Valencia también ha implementado protocolos de emergencia para abordar la contaminación, incluyendo medidas de limpieza urbana intensiva en municipios afectados. Además, FGV ha reactivado el servicio de metro, cuyo cierre temporal había incrementado el uso de vehículos privados y autobuses, empeorando aún más la calidad del aire.

Expertos en medio ambiente sugieren que la llegada de lluvias o vientos podría aliviar la situación al dispersar el polvo acumulado en la atmósfera. Sin embargo, mientras persistan las condiciones actuales, es crucial que las autoridades y la población sigan implementando las medidas preventivas recomendadas.