El parking gigante de Valencia, más cerca de su apertura
Diseño del nuevo parking del futuro Roig Arena.

Aparcar en Valencia se ha vuelto una tarea ardua, especialmente en aquellos barrios en los que hay poca oferta de estacionamiento público. Ahora la ciudad se prepara para abrir las puertas de un nuevo parking gigante levantado por el empresario Juan Roig para dar servicio al futuro pabellón Roig Arena y al barrio de Quatre Carrers.

El Parking Roig Arena espera abrir sus puertas el próximo mes de septiembre, tal y como avanzó en abril la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, en su visita a las obras de las instalaciones.

Además, la Junta de Gobierno Local dio el visto bueno para que el uso del parking del Roig Arena pueda anticiparse a la puesta en funcionamiento del pabellón, y sin tener que esperar a que concluyan las obras de éste.

La adjudicación del proyecto a Licampa 1617 SL fue aprobada por acuerdo de la Junta de Gobierno Local en junio de 2020. Se adjudicó a la mercantil la concesión administrativa de carácter demanial, para la construcción y explotación de un pabellón deportivo multiusos, de la parcela municipal situada entre las calles Ángel de Villena, Bombero Ramón Duart y Antonio Ferrandis. Dicho acuerdo incluía el pliego de condiciones que regía la construcción y explotación del pabellón, y las instalaciones anexas, en subsuelo y en superficie.

Exterior del futuro parking Roig Arena.

En este contexto, el pasado 27 de junio Licampa 1617 SL planteó al Ayuntamiento que, dado que prevé terminar las obras del aparcamiento del complejo antes que las del pabellón, estaría interesada en poder abrirlo y ponerlo en uso sin tener que esperar a que se ponga en funcionamiento el Roig Arena.

ASÍ SERÁ EL PARKING GIGANTE

El Parking Roig Arena estará ubicado junto al actual pabellón Fuente de San Luís. Contará con un total de 1.034 plazas de aparcamiento distribuidas en un total de ocho plantas: cinco plantas en altura, de unos 4000 m2 cada una, y tres plantas subterráneas. Las primeras cuatro plantas serán cubiertas con 128 plazas en cada una de ellas. La última planta será descubierta y tendrá una capacidad para 130 plazas.

Todo el espacio conformará un proyecto global de una superficie total de 32.114 m2. Según apuntan sus responsables, se ha diseñado desde un punto de vista visualmente integrador y respetuoso con los edificios circundantes del barrio y sus vecinos.

UNA CALLE PEATONAL UNIRÁ EL PARKING CON EL NUEVO RECINTO

Tal y como señalan desde ERRE arquitectura, el proyecto se ha diseñado con el objetivo de optimizar y ordenar el acceso rodado al futuro Roig Arena y facilitar los recorridos peatonales de los futuros visitantes al recinto deportivo.

Diseño de la nueva zona peatonal que conectará el parking con el Roig Arena.

Para ello, se ha apostado por un sistema de acceso peatonal conectado directamente con el parque público que se construirá junto al nuevo pabellón y que permitirá no interferir con el acceso y movimiento de los coches.

Este nuevo proyecto incluirá además plazas para coches eléctricos, bicicletas, patinetes eléctricos y motos, así como plazas accesibles para usuarios de movilidad reducida.

LUZ NATURAL, VENTILACIÓN Y TRANSPARENCIA

El nuevo parking del Roig Arena se ha concebido como un volumen claro y sencillo que queda definido por una fachada metálica continua que le aporta una imagen contemporánea, abstracta y tranquila en relación con el barrio Quatre Carreres y la ciudad de Valencia.

Interior de la primera planta del Parking Roig Arena.

La piel metálica se microperfora aportando al edificio un cierto grado de ligereza a través del juego de luces y transparencias que se producen entre el interior y el exterior. Además, las superficies curvas de las esquinas aportan una imagen más amable al usuario, atenuando su impacto visual hacía la ciudad.

Las rampas de ascenso y descenso de coches se ubican en torno a un patio central. A medida que los coches ascienden por las rampas, este patio aumenta su superficie lo que permite, además de captar un mayor porcentaje de luz natural en su interior, potenciar la ventilación natural del edificio.

Por último, y con el objetivo de que el edificio sea lo más autosuficiente posible, se instalarán placas solares en la cubierta y sistemas eficientes de gestión de la energía que permitirán reducir el consumo global del edificio.