Las obras del Nou Mestalla avanzan con paso firme. Ocho meses después de retomar el proyecto, el Valencia CF ya trabaja en uno de los elementos más icónicos y ambiciosos del nuevo estadio: su gran cubierta. Una estructura de ingeniería de vanguardia que promete convertirse en un símbolo de sostenibilidad, innovación y orgullo para la ciudad.
La cubierta del Nou Mestalla tamizará la luz mediterránea y protegerá del sol y la lluvia a los 70.044 asientos del estadio. Además, amplificará el efecto acústico desde la grada hacia el terreno de juego, generando una atmósfera única para los aficionados.
En su perímetro exterior, la compañía Octopus Energy, socio sostenible del club, instalará una avanzada plataforma fotovoltaica. Esta estará compuesta por paneles solares inteligentes que convertirán la cubierta en una fuente de energía limpia y renovable.

Con esta instalación, el estadio no solo reducirá su huella medioambiental. También se consolidará como un referente energético y tecnológico en el ámbito deportivo europeo.
Pero detrás del diseño hay una enorme proeza de ingeniería. La estructura está siendo desarrollada por FCC Construcción, junto a la empresa española Horta Coslada, especializada en el diseño y montaje de cubiertas metálicas de grandes estadios.
Esta compañía ha participado en proyectos tan emblemáticos como los del Santiago Bernabéu, el Riyadh Air Metropolitano, San Mamés, el Stade Vélodrome de Marsella, el RCDE Stadium o el Ciutat de València. En la capital valenciana, además, Horta Coslada ha dejado ya su sello en la estructura del Azud de l’Or. Se ubica junto al puente de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

La cubierta del Nou Mestalla tendrá un peso total de 4.800 toneladas y se sustentará sobre 50 pilares de acero S3. Estos actuarán como columnas principales de la fachada. Estas piezas —de sección rectangular cerrada, con dimensiones de entre 1.200 x 760 mm y 1.400 x 850 mm— estarán formadas por placas armadas con rigidizadores longitudinales y transversales, garantizando una resistencia estructural de máximo nivel.

Cada elemento ha sido diseñado y fabricado para soportar no solo el peso de la cubierta, sino también los efectos del viento, la lluvia y la vibración generada por la afición. Los trabajos de instalación ya están en marcha, y su ejecución se considera una de las fases más complejas y decisivas del proyecto.
Con esta cubierta, el Nou Mestalla no solo completará su silueta arquitectónica, sino que también reforzará su compromiso con la sostenibilidad, la innovación y la identidad valenciana. Una obra que no solo cambiará el skyline de la ciudad, sino que marcará un antes y un después en la historia del club.













