Valencia ha realizado la primera auditoria de los cruces y puntos urbanos que registran una mayor siniestralidad. El objetivo es detectar las circunstancias que potencian la mayoría de los incidentes y tomar medidas dirigidas a reducir el número y la gravedad de éstos.
Según explicaba este lunes el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, la finalidad de esta acción «es identificar la deficiencias y omisiones, a la vez que determinar las posibles soluciones, a corto y largo plazo”. «Además, ha señalado que si las medidas funcionan se podrán extrapolar a otros puntos de la ciudad.
La plaza de Zaragoza: señalizar los carriles de la rotonda
En el caso de la plaza de Zaragoza, de los accidentes con víctimas que se han producido durante el periodo analizado, en el 46% han estado implicados turismos, en un 26% motocicletas y en un 24% usuarios vulnerables (ciclistas, VMP y peatones). Tal como recoge el estudio, una de las mayores problemáticas detectadas en esta rotonda semaforizada con carril bici son los trenzados a la hora de salir de la glorieta hacia los ramales, donde se generan colisiones y situaciones de peligrosidad.
También se ha detectado una acumulación de vehículos sobre el carril bici en salidas, donde el semáforo queda en ámbar para el tráfico a motor y verde para peatones y ciclistas. Para mejorar la situación en este punto, el estudio propone como solución principal señalizar carriles para canalizar los movimientos de los vehículos y lograr un correcto posicionamiento.
Otras soluciones pasan por cambios en la regulación semafórica y pequeñas modificaciones de trazado del carril bici para generar zonas de acumulación y mejorar la interferencia con peatones, así como mejorar la visibilidad y el firme en algún punto.
Cardenal Benlloch – Blasco Ibáñez: reconfigurar la rotonda
De los accidentes con víctimas que se han producido en el tramo de la avenida Cardenal Benlloch-Blasco Ibáñez durante el periodo analizado, en un 49% están implicados turismos, en un 24% motocicletas y en un 20% usuarios vulnerables (ciclistas, VMP y peatones).
Actualmente existe un modelo de cruce tipo rotonda partida semaforizada y con carril bici en los dos ejes de la intersección, y las mayores dificultades se generan en los trenzados de salida hacia los ramales y en las altas velocidades de los automóviles. La propuesta de solución pasa por señalizar los carriles y canalizar los movimientos de los vehículos.
También se plantea cambiar la configuración de la rotonda partida a una rotonda normal, y según ha adelantado el concejal de Movilidad, esta medida se incluirá en los Presupuestos Municipales para el próximo ejercicio, 2025.
De manera paralela, también se proponen cambios en la regulación semafórica, como replicar mediante iluminación y bandas de led en calzada el estado de semáforos en el paso de peatones de Clariano, reforzar la señalización del carril bici central, y mejorar de la visibilidad mediante poda de vegetales y recolocación de MUPIS.
Cardenal Benlloch – avenida del Puerto: viseras en los semáforos
En el tramo Cardenal Benlloch – avenida del Puerto, de los accidentes con víctimas que se han producido durante el periodo analizado, en un 44% están implicados turismos, en un 29% motocicletas y en un 17% usuarios vulnerables (ciclistas, VMP y peatones).
En este modelo de intersección en cruz semaforizada donde existe presencia de transporte público y carril bici de diferente tipología en los dos ejes que la intersectan, uno de los mayores problemas son las colisiones entre los vehículos que apuran la marcha cuando el semáforo está en ámbar y los que salen antes de tiempo al ver parpadear el semáforo de los peatones/ciclistas. La propuesta de solución consistiría en este caso en evitar la coincidencia de estas fases semafóricas y, también, en colocar viseras en los semáforos de peatones para ocultar la fase semafórica a los vehículos.
Otro conflicto es la ocupación del carril bici por parte de los vehículos que provienen de la avenida del Puerto y van hacia Cardenal Benlloch. Las soluciones pasarían por canalizar el giro con señalización y mejorar la visibilidad del cruce retirando el mobiliario que dificulta ver con antelación a las personas usuarias del carril bici.
También se generan situaciones de peligrosidad en el giro de Eduardo Boscá hacia la avenida del Puerto, por lo que se propone señalizar los carriles y marcar la dirección para evitar los cruces indebidos.
Finalmente, se plantea trasladar la marquesina de la EMT de la avenida del Puerto y aumentar la longitud de parada para mejorar la seguridad peatonal, evitando así bloquear el paso de peatones transversal. Las propuestas incluyen también estrechar los carriles del tramo, para calmar el tráfico y evitar los excesos de velocidad, modificar la señalización vertical para aclarar las direcciones de cada uno de los carriles (buscando un correcto posicionamiento de los vehículos), y generar puntos de almacenamiento de bicis en la infraestructura ciclista.
Gran Vía Fernando el Católico – Àngel Guimerá: prohibir el giro
De los accidentes con víctimas que se han producido en la Gran Vía Fernando el Católico con Ángel Guimerá durante el periodo analizado, en un 36% están implicados turismos, en un 29% motocicletas, en un 18% autobuses y en un 15% usuarios vulnerables (ciclistas, VMP y peatones).
Dado que uno de los accesos a la estación de Metrovalencia de Ángel Guimerá –una de las más concurridas-, se encuentra en la mediana ajardinada de la Gran Vía, se produce un flujo de peatones grande y constante, que genera situaciones de peligrosidad y atropellos. Para solucionar este punto sensible, se propone ejecutar dos nuevos pasos de peatones (uno por sentido) para aliviar la presión del existente, modificando la regulación semafórica. Estos pasos se ubicarían a unos 15 metros del anterior y alineados con la entrada a la boca de metro.
Otro punto conflictivo es el tramo de Ángel Guimerá sito entre Guillem de Castro y la Gran Vía, pues muchos ciclistas y usuarios de VMP utilizan el carril EMT-Taxi para incorporarse a la Gran Vía. Es un punto donde, además, algunos vehículos realizan maniobras de giro también hacia la Gran Vía desde el carril izquierdo de Ángel Guimerá, y acaban cruzándose con autobuses que realizan su itinerario en recto.
Una propuesta de solución para esta circunstancia sería prohibir a los vehículos el giro a la derecha por Ángel Guimerá, entre Guillem de Castro y la Gran Vía (a excepción de la EMT y taxis), dado que el giro se puede realizar por las calles de Jesús, Gandía, Mestre Palau, Simón Ortiz y Quart. Otra solución sería crear un carril único para todos con avance para bicis para evitar el trenzado; o una ciclocalle junto con el carril EMT-taxi también con avance para bicis.
En esta intersección se plantea, además, reforzar la señalización horizontal de destino de los carriles para giro, mejorar la visibilidad mediante la poda de setos, calmar el tráfico mediante cinemómetros e instalar controles foto-rojo para comprobar el cumplimiento de la detención de vehículos en los pasos de peatones semaforizados.
Por último, sobre el carril bici de Fernando el Católico, se traslada la conveniencia de reforzar la señalización ciclista para alertar sobre la presencia de bicicletas y VMP en todo el ancho del carril Bus-bici compartido, en atención a la Guía de recomendaciones para el diseño de infraestructura ciclista del Ministerio de Transportes, y comunicar y dar difusión a los itinerarios ciclistas alternativos ya existentes en el entorno.