Nuevo protocolo frente a la gripe y covid: cuatro escenarios de riesgo y medidas escalonadas
Profesionales sanitarios en la puerta de Urgencias.

La llegada del verano no ha impedido que el COVID-19 vuelva a ser protagonista del panorama epidemiológico en España. En las últimas semanas, la expansión de la nueva variante NB.1.8.1 ha provocado un repunte significativo en los casos de enfermedades respiratorias, situando la tasa nacional en 252,7 casos por cada 100.000 habitantes, según el Informe de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y el Centro Nacional de Epidemiología.

Aunque estos valores aún se encuentran por debajo del umbral epidémico, establecido en 400 casos por 100.000 habitantes, superan las cifras registradas en veranos anteriores, lo que ha encendido las alarmas en un contexto climático adverso, con varias olas de calor azotando el país.

En lo que respecta únicamente a los casos sintomáticos de COVID-19, la incidencia se sitúa actualmente en 14,6 por cada 100.000 habitantes. Esta cifra es menor que la de los veranos de 2022 (cerca de 20) y 2023 (60 por cada 100.000), pero representa un repunte importante respecto a los meses previos. Además, la positividad semanal supera el 20%, lo que indica una transmisión sostenida en la comunidad.

Síntomas del nuevo coronavirus

La subvariante NB.1.8.1, descendiente de la familia Ómicron, no presenta síntomas nuevos ni más graves en comparación con cepas anteriores, pero su transmisibilidad podría ser superior.

Pese a no registrarse diferencias sintomáticas significativas, algunos pacientes mencionan una mayor duración del malestar general y pérdida de apetito, lo que puede interferir en la actividad diaria durante varios días.

Las personas infectadas suelen experimentar signos típicos de infección por SARS-CoV-2, entre los que destacan fiebre y escalofríos, tos, dolor de garganta, congestión nasal, fatiga y dolores musculares, dificultad para respirar, diarrea y malestar gastrointestinal.

La variante Frankenstein, otro COVID en expansión

A la expansión de NB.1.8.1 se suma la aparición de la variante XFG, conocida como Frankenstein o Stratus, que ha sido detectada en Brasil y varios países europeos, y que ya representa un porcentaje significativo de los casos globales. En el Reino Unido, el sublinaje XFG.3 llegó a representar el 30% de los contagios a finales de mayo de 2025.

Esta variante ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «bajo vigilancia», y aunque no se asocia a una mayor gravedad, su velocidad de propagación y su origen recombinante preocupan a la comunidad científica.

A diferencia de otras variantes, XFG presenta un síntoma distintivo: la ronquera o pérdida de voz, que permite identificarla con mayor facilidad. Además, comparte síntomas comunes con otras variantes, como: tos seca, dolor de garganta, fiebre, dolor muscular, náuseas, diarrea y malestar estomacal, fatiga o pérdida del gusto u olfato.

Las vacunas siguen siendo eficaces

Pese a las mutaciones que presentan tanto NB.1.8.1 como XFG, las vacunas actuales continúan ofreciendo protección, especialmente frente a formas graves de la enfermedad.

Las autoridades sanitarias están trabajando en nuevas formulaciones de refuerzo que estarán disponibles para el otoño, coincidiendo con el inicio de la temporada alta de virus respiratorios.

El repunte estival de los casos de COVID-19 ha llevado a reiterar las medidas básicas de prevención para frenar la transmisión como el usar mascarilla en espacios cerrados o con alta afluencia de personas, especialmente si se presentan síntomas; lavarse las manos con frecuencia; cubrirse al toser o estornudar con el codo; ventilar adecuadamente los espacios interiores y evitar el contacto estrecho con personas vulnerables si se tiene algún síntoma.