
Miguel Ángel Corona ya no está vinculado al Valencia. Después de cinco años desde que llegara a las oficinas de los che en 2020, como jefe del área de ojeadores del club en ese momento, ha ido escalando en el organigrama hasta ayer, día en el que el club emitía un comunicado en su web y redes sociales donde se anunciaba la finalización del vínculo con el talaverano.
En estos cinco años Corona ha sido la cara visible y figura presente de la cúpula mayor de la institución, viendo su accionar fuertemente condicionado por las limitaciones impuestas por Lim y su gente desde Singapur, las cuales han desembocado en la situación actual que atraviesa el Valencia.
De la plantilla que conoció Corona a su llegada a la capital del Turia en 2020 tan solo hay tres supervivientes: el capitán Gayà, Correia y Diakhaby. Y en ese tiempo le ha tocado ser encargado de recibir, estrechar la mano y sacarse una foto de bienvenida con hasta seis entrenadores y tres presidentes diferentes.
Miguel Ángel Corona es solo la última víctima de una dirección que choca frontalmente con las necesidades de gestión de un club de fútbol, un empleado que deja un mal recuerdo a la afición por los resultados conseguidos en este tiempo y por la situación vivida. Pero, al fin y al cabo, ayer abandonó el Valencia un empleado que ha tratado de tomar las mejores decisiones para confeccionar un equipo mientras tenía que acatar directrices basadas en gastar menos, vender más y ganar lo justo y necesario.
Un equipo que cada vez vale menos
Según datos de Tranfermarkt el valor de mercado de la plantilla del Valencia ha pasado de los 427 millones de euros en la 2019/20 hasta los actuales 166 millones que son la enésima constatación de la dejadez de un propietario empeñado en sumir en la mediocridad a la institución y dinamitarla a la más mínima señal de mejoría.

Tras todo este periplo, y en plena reestructuración interna, el club emitía ayer un comunicado que, completo, rezaba lo siguiente:
El Valencia CF anuncia la finalización de su relación contractual con Miguel Ángel Corona.
El Club quiere agradecerle su compromiso durante los últimos cinco años y le desea éxito en el futuro.
Un mensaje tan escueto como su paso por el club y tan pírrico como su aportación a la grandeza de un club histórico que, salvo contadísismas excepciones, lleva diez años sumido en un secuestro que poco a poco está ahogando a la institución.
El plan de reestructuración
Todo esto forma parte del plan de reestructuración que está llevando a cabo Ron Gourlay desde su llegada a la entidad blanquinegra en agosto. En estos meses, el CEO del fútbol del Valencia ha tenido varias reuniones con Singapur, viajes inclusive, para discutir el futuro del club y los cambios a realizar, uno de los cuales ha pasado por la liberación de Corona.
El objetivo de Gourlay, que ha dedicado estos primeros meses a estructurar la cantera y el proceso de búsqueda del joven talento, ya declaró el mes pasado que su meta a corto-medio plazo es que el fútbol europeo vuelva a Mestalla, aunque queda saber si al actual o al Nou, eso si es que pasa, claro.











