València, Valéncia o Valencia ¿cómo se llama realmente la ciudad? El Ayuntamiento aprueba un nuevo cambio
Letrero con el nombre de la ciudad en la Ciudad de las Artes y las Ciencias / Turisme VLC

La ciudad de València ha dado un nuevo paso hacia el cambio de su denominación oficial. La Comisión de Bienestar Social, Educación, Cultura y Deportes del Ayuntamiento ha aprobado este martes la propuesta de modificar el nombre del municipio para adoptar una forma bilingüe: “Valencia” en castellano y “Valéncia”, con acento cerrado, en valenciano. La decisión, que no ha contado con el respaldo de los grupos de la oposición, se fundamenta en criterios lingüísticos e históricos recogidos en un estudio técnico elaborado por el prestigioso lingüista y académico de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Abelard Saragossà.

Este acuerdo, impulsado por la Alcaldía, se ampara en el artículo 8 del Decreto 69/2017 de la Generalitat, que regula los criterios para la elección de los nombres oficiales de los municipios en la Comunitat Valenciana. Según explicó el concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, el cambio busca adaptar el topónimo a la realidad lingüística y social de la capital del Túria y subsanar lo que se considera una “anomalía” en el anterior procedimiento de oficialización.

De la comisión al Pleno y a la Generalitat

La propuesta deberá ser ahora aprobada en sesión plenaria, órgano competente para iniciar el expediente de alteración del nombre municipal conforme a la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local. Para ello será necesario el voto favorable de la mayoría absoluta de la corporación. Una vez aprobado en el Pleno, el expediente se someterá a información pública durante 20 días hábiles, con anuncios en la sede electrónica del Ayuntamiento y en el Boletín Oficial de la Provincia.

Letrero de la antigua estación, la más vieja de España

En caso de no presentarse alegaciones, el Ayuntamiento podrá aprobar definitivamente la nueva denominación sin necesidad de un nuevo acuerdo plenario. Si se presentan reclamaciones, estas serán estudiadas antes de la resolución definitiva. El expediente completo se remitirá entonces al Consell de la Generalitat, que, según la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano, tiene la última palabra en la determinación de los nombres oficiales de municipios y topónimos del territorio.

Una historia de debates y cambios

Este nuevo intento de modificar el nombre de la ciudad se suma a una historia reciente marcada por la polémica y el debate identitario. Hasta 2017, la denominación oficial del municipio era exclusivamente en castellano: “Valencia”. Ese año, con el gobierno del alcalde Joan Ribó (Compromís), se aprobó la forma exclusivamente en valenciano: “València”. Se eliminaba así el uso oficial de la forma castellana. La decisión se justificó entonces por la voluntad de reforzar el uso del valenciano como lengua propia, pero fue criticada por algunos sectores sociales y políticos por considerarla excluyente.

María José Catalá junto al alcalde Joan Ribó.
María José Catalá junto al exalcalde Joan Ribó.

Ahora, el gobierno municipal presidido por María José Catalá (PP) apuesta por una fórmula que reconozca las dos lenguas oficiales de la Comunitat Valenciana. No obstante, el punto más simbólico de la modificación radica en la insistencia en mantener el acento cerrado en la forma “Valéncia”, en lugar de la grafía sin tilde o con acento abierto que algunos sectores también han defendido en el pasado.

El estudio técnico encargado por el Ayuntamiento, elaborado por Abelard Saragossà, avala el uso del acento cerrado. Dice que lo hace por corresponderse con la pronunciación tradicional y mayoritaria entre los valencianos. Además, critica que el cambio realizado en 2017 se basó en una presunta obviedad que no estaba suficientemente justificada ni avalada por estudios fonéticos rigurosos.

El Monasterio de San Miguel de los Reyes, sede de la AVL /

Una decisión con repercusión cultural y política

El concejal José Luis Moreno ha subrayado que este cambio persigue “dar coherencia entre la lengua hablada y la lengua oficial escrita”. Asegura también que su ausencia genera “inseguridad lingüística”. Moreno ha apelado también al consenso político y social en torno a la lengua propia del pueblo valenciano y sus símbolos, aunque la falta de apoyo por parte de la oposición indica que el camino hacia ese consenso no será fácil.

Por ahora, el cambio de nombre avanza en lo administrativo, pero también vuelve a poner sobre la mesa el debate identitario en una ciudad. Desde hace años, València, Valéncia o Valencia, vive entre lenguas, tradiciones y múltiples sensibilidades políticas. La palabra definitiva, en todo caso, la tendrá el Consell de la Generalitat. Hasta entonces, la pugna por el topónimo continúa.