Con la llegada de la primavera, aparecen los primeros síntomas de la astenia primaveral y que se caracteriza por la falta de energía, alteraciones del sueño cefaleas entre otros síntomas.
Entre los médicos todavía existe la discusión de si se debe tratar como una enfermedad o no. Lo que está claro es que es una sensación pasajera y que si durara más de lo habitual, deberíamos consultar a un especialista.
Para combatirla es fundamental un cambio de hábitos, sobre todo en lo que está relacionado con el sueño y el descanso.
En definitiva, la astenia está asociada a la primavera, por lo que lo mejor es tener paciencia hasta que los efectos del cambio de estación desaparezcan y nos habituemos a ella.