En apenas unos días tendrá lugar la festividad de San Juan, una celebración muy especial que este año dará la bienvenida al verano sin sus mágicos rituales. Con motivo del Covid-19, la noche del 23 de junio no podremos saltar las olas, ni encender hogueras en la playa, ni bailar en las verbenas, pero sí podremos disfrutar del inicio de esta nueva estación del año con un buen sabor de boca, con las Cocas de San Juan.
El Gremio de panaderos y pasteleros de Valencia, en colaboración con la Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Economía y Sostenibilidad, y la Unió Gremial, ha puesto en marcha una campaña para poner en valor este producto tradicional típico de la zona del Mediterráneo.
Durante los próximos días, los hornos y pastelerías de barrio de la ciudad ofrecerán a sus clientes degustaciones de las diferentes variedades dulces y saladas de las Cocas de San Juan, reivindicando así su carácter más artesanal.
De esta forma, el gremio busca conseguir que la gastronomía, de la mano de las Cocas de San Juan, comparta protagonismo con el agua del mar y el fuego de las hogueras, una tríada que aunque este año no podrá producirse por motivo del coronavirus, nos permitirá darle un buen bocado a esta tradición y empezar el verano con los mejores deseos.
El presidente del Gremio de panaderos y pasteleros de Valencia, Juan José Rausell, ha querido reivindicar el peso tan importante que tiene la gastronomía en cualquier festividad. Por ello, “a través de esta campaña, queremos dar a conocer las Cocas de San Juan a los ciudadanos de Valencia, en sus distintas variedades, tanto dulces como saladas, y que se conviertan en un producto típico que no puede faltar cada San Juan”, ha destacado.