En los últimos años, el porcentaje de pacientes masculinos que se someten a cirugía plástica estética en nuestro país no ha dejado de crecer. La operación de injerto capilar es la más demandada, pero no es la única.
Se han disparado las cirugías para la musculación del abdomen y los pectorales entre los hombres. De hecho, ya han superado la media mundial de cuidado estético e intervenciones plásticas dirigidas al público masculino.
Otras de las operaciones estéticas más demandadas por los hombres son la liposucción, la blefaroplastia -cirugía de párpado-, la rinoplastia y la ginecomastia -el agrandamiento de las glándulas mamarias en el hombre-.
No es ciencia ficción sino el nuevo sistema de operaciones que ha llegado a la capital del Turia gracias al Hospital IMED de Valencia. Esta revolución tecnológica se llama Da Vinci, un genio de la cirugía mínimamente invasiva que supone un cúmulo de ventajas tanto para el médico que lo maneja como para el paciente que se somete a una intervención.
La incorporación del robot Da Vinci ha supuesto para el Grupo IMED una inversión de 2,5 millones de euros y es que estamos ante la tecnología más sofisticada e innovadora del momento.
Con la cirugía robótica Da Vinci no sustituye al cirujano sino que se facilita su trabajo. Sin embargo, para manejar esta tecnología puntera en sanidad hay que tener un curso internacional que acredite su manejo. Por ello no será hasta finales de mayo o principios de junio cuando el Hospital IMED de Valencia dé el pistoletazo de salida a su Unidad de Cirugía Robótica.