La Comisión Nacional de Sanidad de China ha confirmado este miércoles 75 nuevos casos de COVID-19 durante las últimas 24 horas. A pesar de que la pandemia parecía controlada en el país, la nación asiática se enfrenta durante estas últimas semanas a una cuarta ola de contagios que ha provocado el repunte de casos e incluso las primeras muertes en meses.
Las autoridades sanitarias chinas han comenzado a utilizar pruebas anales para detectar el contagio por covid-19 Una medida que ha generado importantes reacciones ante un tratamiento considerado eficaz pero invasivo
La semana pasada trabajadores sanitarios realizaron hisopados anales a los residentes de los barrios con casos confirmados de coronavirus en Beijing. Al igual que también se ha sometido a esta prueba a las personas que permanecen en instalaciones de cuarentena.
La prueba anal “puede aumentar la tasa de detección de personas infectadas”, ya que los rastros del virus permanecen más tiempo en el ano que en las vías respiratorias, asegura Li Tongzeng, médico jefe del Hospital You’an de Pekín.
Los usuarios de la popular plataforma china de medios sociales, Weibo, reaccionaron al método con una mezcla de alegría y horror. “Qué suerte haber vuelto antes a China”, escribió un usuario. “Poco daño, pero extrema humillación”, dijo otro.