Un municipio valenciano destaca por sus casitas encaladas llenas de colores
Barrio del Pou de Cullera. / VISIT CULLERA

Un municipio valenciano destaca por sus casitas encaladas llenas de colores, se trata del barrio del Pou en Cullera. Tienen un marcado carácter mediterráneo con decoración floral y con predominio de colores como el blanco, el azulete o el teja se funden a lo largo de sus empinados callejones y sus coquetas placetas.

Destacan las casitas encaladas construidas de aspecto tradicional, adaptadas a la topografía de la montaña. Además, se pueden encontrar retablos de azulejos de tradición valenciana, la mayoría dedicados a los santos patronos de la ciudad.

El barrio está situado en un punto privilegiado a medio camino entre el eje Mercado – Vila y el Castillo. Destaca el Albacar Musulmán, la judería y el lugar donde antiguamente se encontraba la ya desaparecida Colla-Aèria. Además, este recorrido permite viajar en el tiempo yendo desde la civilización árabe hasta la Reconquista.

En el centro del barrio podemos encontrar la Capilla de Santa Ana, un edificio del siglo XVII de construcción gótica que sigue los cánones primitivos de este estilo arquitectónico con una planta de salón y arcos diafragmáticos.

Otras construcciones de gran valor que guardan relación con el Pou son la Torre de la Reina Mora y el segundo recinto fortificado de la Segunda Albacara, el cual podemos recorrer mediante una interesante ruta de senderismo que termina en el Castillo de Cullera.