El próximo viernes 21 de febrero, Rambleta acogerá ‘Carmen, nada de nadie’, una obra que nos transporta a la historia reciente de España, reviviendo la excepcional vida de Carmen Díez de Rivera, recordada como musa de la transición y jefa de gabinete de Adolfo Suárez. Dirigida por Fernando Soto y escrita por Justo Tallón y Miguel Pérez García, esta producción ofrece el retrato de una mujer que desafió su destino y dejó una huella imborrable en la política española: una mujer que eligió la libertad y brilló con luz propia.
Carmen Díez de Rivera creció en un entorno privilegiado, pero decidió renunciar a los privilegios y a las convenciones de su tiempo para escribir su propia historia, enfrentándose a la soledad y la incomprensión que tantas mujeres de su generación padecieron por elegir la libertad. La puesta en escena sumerge al público en los momentos clave de su trayectoria, marcada por su incansable lucha por la democracia durante la transición española.
Un referente de valentía y determinación
La historia está vertebrada en torno a los frenéticos días que precedieron a la legalización del Partido Comunista. Por su memoria, pasarán sus batallas personales y políticas, rodeadas de algunos de los personajes más influyentes de nuestra historia y momentos trascendentales.
Aquella chica rubia enamoraba a quienes la conocían de cerca. También la llamaron traidora, espía comunista y otras cosas terribles para tratar de amedrentarla, pero para una mujer que se había forjado en el dolor desde muy joven, rendirse nunca fue una opción. La obra retrata a una mujer que, en uno de los períodos más turbulentos de la historia de España, se convirtió en un referente de valentía y determinación. En su ascenso al poder y en su lucha por la democracia, Carmen vivió entre la admiración y el rechazo, la luz y la sombra, la fortaleza y la tristeza que la acompañó hasta el final.
Revivir nuestra historia reciente
El reparto está encabezado por Beatriz Argüello en el papel de Carmen, junto a Oriol
Tarrasón, Ana Fernández y Víctor Massan, quienes trasladan al público a una época
crucial en la que la política, la pasión y el sacrificio se entrelazan en un relato
inolvidable.
“Carmen es uno de esos seres humanos que no se han sometido (o al menos lo han
intentado) y se han sacrificado por los demás, por conseguir un mundo más justo, entendido como una sociedad más empática. Esa lucha de Carmen es lo que me
sedujo poderosamente”, apunta Fernando Soto.
“Carmen Díez de Rivera recoge con gran dignidad la tradición de Don Quijote, la de
aquellas personas que invocan los principios más nobles de lo humano, sin importarles
que otros puedan considerarlos locos o fuera de su tiempo. Porque la utopía no es
solo posible, sino necesaria para caminar”.
‘Carmen, nada de nadie’ nos permite hablar de una etapa fundamental de nuestra
historia reciente y de las personas que fueron protagonistas de aquellos días, y sobre
todo profundizar en una mujer que desafió las normas, que luchó sin descanso y cuyo legado sigue vigente en la memoria de España.