Carlos Mazón ha anunciado esta mañana su dimisión como president de la Generalitat Valenciana en una comparecencia celebrada en el Palau de la Generalitat, arropado por los miembros del Consell. El hasta hoy jefe del Ejecutivo autonómico ha reconocido “errores propios” en la gestión de la DANA y ha explicado que su decisión llega tras “unos días duros, desgarradores y crueles”.
“He hablado con el Rey esta mañana”, ha comenzado Mazón, antes de admitir que había decidido hacer “un balance personal tras un año, una frivolidad durante este tiempo”. Ha subrayado que “esta tierra no está acostumbrada a la furia de la naturaleza que vivimos en octubre de 2024” y que, pese a ello, “desde la Generalitat Valenciana hemos hecho todo lo humanamente posible”.
El ya expresident ha defendido la labor de su equipo de gobierno: “Jamás un gobierno autonómico ha abordado un reto igual. Todo el Consell se ha volcado en reconstruir Valencia, cada uno desde sus competencias, y lo han hecho de manera ejemplar”.
Mazón ha reivindicado que “cuando empezamos a reconstruir la provincia calculamos que íbamos a tardar tres años en hacer lo que hicimos en meses”, aunque también ha reprochado la falta de apoyo del Ejecutivo central: “Estamos haciendo todo solos, sin apoyo del Gobierno”.
Reconoce errores y pide perdón “sin cálculo político”
En un discurso de casi 20 minutos, Mazón ha reconocido de forma explícita sus fallos personales durante la crisis: “Permití que se estableciera en el imaginario colectivo la presencia de un presidente ausente”, ha admitido. “Yo debí haber tenido la visión política de cancelar mi agenda y desplazarme a Utiel”, ha añadido en alusión al polémico almuerzo que mantuvo el 29 de octubre con la periodista Maribel Vilaplana mientras la riada devastaba el territorio.
“He pedido perdón y hoy lo vuelvo a repetir, pero no fue por cálculo político ni mala fe. Seguro que hubo cosas que debieron funcionar mejor”, ha remarcado. También ha lamentado haber “permitido que se generaran bulos por no dar explicaciones, no pedir la declaración de emergencia nacional y mantener la agenda de ese día”.
Visiblemente afectado, Mazón ha señalado que “liderar la reconstrucción requiere una fuerza especial que ni yo ni mi familia tenemos ya”, y ha asegurado que su salida es un acto de “responsabilidad y coherencia”.
Críticas a la oposición y apelación al futuro
Durante su comparecencia, el líder popular ha cargado contra el Gobierno central y la oposición: “Ha habido una campaña brutal en la que algunos han intentado convertir en deporte nacional llamarme asesino. La izquierda ha aprovechado la muerte y la tragedia para hacer política”.
En defensa propia, ha afirmado: “El ruido que hay alrededor de mi persona es la excusa perfecta para ocultar la asunción de responsabilidades del Gobierno. Yo no voy a llamarles asesinos por errar en sus predicciones”.
Mazón también ha reconocido el derecho de las víctimas a expresar su dolor: “Las víctimas tienen todo el derecho de expresarse como quieran”. Sin embargo, ha insistido en que su dimisión responde a motivos personales: “Por voluntad personal habría dimitido hace tiempo, ha habido momentos insoportables para mí, pero sobre todo para mi familia”.
Antes de concluir, ha apelado al consenso político en Les Corts: “Apelo a la responsabilidad de la mayoría para elegir al nuevo president de la Generalitat. El futuro president será capaz de continuar con la reconstrucción”.
En sus últimas palabras, ha lanzado un mensaje de despedida: “Espero que la sociedad pueda distinguir entre un hombre que se ha equivocado y una mala persona. Ha sido un honor servir a mi tierra como president de la Generalitat”.
El funeral de Estado, el punto de inflexión
El detonante político de la dimisión ha sido el funeral de Estado por las víctimas de la DANA, celebrado el pasado miércoles en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Durante el acto, varios familiares de los fallecidos increparon al president con gritos de “asesino” y “fuera”, en protesta por su gestión durante la catástrofe del 29 de octubre de 2024.
La presión pública se intensificó con la cercanía de la declaración de Maribel Vilaplana, después de que la periodista haya sido citada a declarar este lunes como testigo en la investigación judicial de la DANA.
La polémica se reavivó cuando trascendió que Mazón habría recibido un vídeo de las inundaciones mientras comía con la periodista en el restaurante El Ventorro, en pleno momento crítico de la emergencia. Los reproches en el funeral y la inminente declaración judicial precipitaron los acontecimientos.
Este domingo, decenas de personas se concentraron a las puertas del Palau de la Generalitat para exigir la renuncia del president. Entre los manifestantes se encontraban representantes de las asociaciones de víctimas de la DANA, que habían reiterado su petición de dimisión tras el tenso homenaje del miércoles.
